No se habla de otra cosa. El miércoles 17 por la noche, la anécdota de la cena de gala que los reyes de Holanda ofrecieron a Felipe VI y su esposa tuvo como protagonista a la Reina. Su imagen sentada durante el besamos ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en algo histórico, de esas cosas que siempre se recuerdan. Esta especial circunstancia hizo que un detalle del look de Letizia quedara oculto, aunque era importante.
Eligió un vestido de la firma española The 2nd Skin Co. en azul cobalto. Se trata del modelo Suraia, de cuello caja y manga japonesa adornada con lazos. "Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a Su Majestad por su apoyo continuo a la moda española y por confiar en nosotros para tan especial evento", han dicho los responsables de la marca.
No es la primera vez que la esposa de Felipe VI recurre a los diseñadores Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo para las grandes ocasiones y esta sin duda lo era. Por cierto que el diseño original era de novia, en blanco.
Aunque fue el vestido el que más llamó la atención, hubo otra parte de su estilismo que quedó escondida y no pudimos llegar a ver, pero que también tiene suma importancia. Letizia, sentada en un taburete debido a los dolores en el pie que le provoca la dolencia que sufre, no pudo lucirlo como quizá le hubiera gustado.
Nos referimos a las sandalias, que eran maravillosas y de estreno. La Reina había elegido un modelo plataforma en napa azul marino de Martinelli X Redondo Brand. Tenían una altura de 12 centímetros, perfecto para elevar el vestido largo y acabado en una ligera cola. Aunque suele utilizar tacones altos en eventos de esta naturaleza, lo cierto es que el besamanos es bastante largo y en esta ocasión no pudo mantenerse de pie.
Sus anfitriones, siempre solícitos, le ofrecieron una silla para que pudiera atender a los invitados sin cargar demasiado sus pies. La imagen ha dado la vuelta al mundo y aunque algunos creen que no se ajusta al protocolo, los expertos aseguran que no va contra él.
Luego, durante el banquete, sí se levantó para brindar con el rey Guillermo y Máxima. Fue una cena llena de momentos emotivos, especialmente por el discurso del rey holandés, que recordó que su historia de amor con su esposa comenzó precisamente en España y también dio las gracias a Felipe por estar pendiente de su hija Amalia durante el tiempo que la princesa ha vivido en Madrid.
Volviendo a las sandalias de Martinelli X Redondo Brand esperamos que las recupere en algún momento, cuandos los síntomas de su metatarsalgia mejoren. Lo cierto es que últimamente, la Reina se está decatando por los kitten heels o los mocasines para intentar ir más cómoda. Aún así, su pasión por los tacones no ha desparecido.