Que España es un país relevante en la industria del calzado es tan cierto como que cuando la reina Letizia calza made in Spain el presente y futuro del sector salen reforzados. A nuestro favor tenemos la tradición zapatera, la producción y el tratamiento del cuero. Y en los últimos tiempos se aprecia una clara apuesta por la construcción de marca, por lo que España ocupa, junto a Italia, el lugar de honor dentro de la Unión Europea.
La relación entre este éxito económico y reputacional, y la existencia de una figura como la esposa de Felipe VI forman un todo que la ha convertido en una de las mejores embajadoras, si no la mejor, de la moda española.
Y muy especialmente de su calzado. Una industria que cuenta con 3.141 empresas y ocupa, según la Encuesta de Población Activa (EPA), a más de 25.000 trabajadoras frente a los 31.200 trabajadores masculinos. Además, la incorporación de la mujer al sector ha aumentado un 50% (datos del Instituto Nacional de Estadística referidos al año 2022).
Por eso, no es de extrañar que cada vez que Letizia aparece en público con calzado de una marca española, en la empresa afortunada sientan como que les ha tocado la lotería.
El fenómeno Letizia
"Recuerdo aquel primer mensaje en el que una amiga me preguntaba: 'Moralejo, ¿no serán tus bailarinas las de Letizia?’'. Casi me da un infarto cuando lo vi porque era lo último que me esperaba. Y ahí fue donde empezó el 'huracán Letizia' de llamadas, pedidos… Una locura que aún dura porque tuve que hacer preorder (fabricar bajo pedido), y todavía sigo recibiendo peticiones", cuenta emocionada Isabel Moralejo, fundadora y directora creativa de Adeba, una joven firma especializada en bailarinas que la Reina, y también la infanta Sofía, han lucido en varias ocasiones.
Isabel Abdo, creadora de su firma homónima en diciembre de 2019, reconoce que "no puedo estar más agradecida a Su Majestad la Reina porque apoye a las pequeñas marcas y startups como la mía. El impacto es inmediato. Enseguida te das cuenta de que la gente se mete en internet a buscarte, a informarse sobre ti y tu marca. Luego pueden comprar o no, pero el impacto es muy fuerte en ese sentido. Y creo que este es un trabajo que la reina ha hecho porque ha querido apoyar a las pequeñas marcas 100% españolas".
Para Merche Abellán Íñiguez, Marketing& Advertising Manager de Lodi, la alegría no puede ser mayor: no solo doña Letizia ha llevado zapatos de la firma ilicitana en varias ocasiones, sino que la princesa Leonor escogió esta marca en el acto histórico de su jura de la Constitución.
"Para nosotros el mayor impacto es el reconocimiento y el valor extra que otorga a la marca. No lo enfocaría tanto a ventas sino a fidelización. Las apariciones de la Reina con nuestros zapatos no significan una venta inmediata, pero sí una fidelización y un valor a la marca muy fuerte", dice. Y puntualiza: "Una fidelización de hoy es una venta de mañana".
Imitar a la Reina
Según nos explica la responsable de Lodi, "tanto en el caso de Letizia como en el de Leonor (lució el modelo Maleo OFF, cuyo precio es de 145 €), la gente compra la referencia exacta. El zapato de la Princesa también estaba disponible en azul marino, pero todas las compras fueron al blanco".
La fundadora de Adeba también ha vivido la misma experiencia: "El modelo Dance Black (185 €) de Letizia se agotó enseguida, y abrí la venta preorder de inmediato. Existe en otros dos colores, pero el 70% de las ventas de este modelo sigue siendo la versión en negro, exactamente la misma que ella llevó".
Con respecto a Isabel Abdo, los tres modelos que ha lucido Letizia, al menos hasta el momento, "se han agotado después de llevarlos ella. Pero siempre los reponemos con la opción de preorder. Tiene una influencia enorme, es una prescriptora absoluta", asegura su dueña, mitad libanesa. Y confiesa que le encantaría que la Reina llevara unos zapatos suyos en un encuentro con Rania de Jordania. "Por eso las pequeñas marcas a las que apoya estamos muy agradecidas. Por lo menos yo", añade.
No son zapatos exclusivos
Es importante destacar que la Reina no lleva diseños exclusivos; el calzado que luce forma parte de las colecciones habituales de las marcas que selecciona. Pero si pudieran hacerle un diseño solo para ella, ¿cómo sería? "La Reina me encanta con zapatos de color nude, así que si tuviera que diseñar un modelo solo para ella sería un stiletto con tacón de unos 7 cm y en ese tono", afirma Abdo.
Merche Abellán, de Lodi, coincide en silueta y en color: "Nuestro zapato perfecto para ella sería un stiletto de tacón fino de unos 10,5-11 cm, escotado y de color neutro". En el caso de Isabel Moralejo, la respuesta es obvia: unas bailarinas con un mínimo de altura: "Serían con un tacón carrete, cómodo y que estilice. Y de color negro, sencillo y que contraste con la sofisticación de un adorno de strass o cristal grande y llamativo".
En zapatillas
Aunque siempre ha llevado taconazos, es una realidad constatada que Letizia cada vez opta menos por los tacones altos. El Neuroma de Morton que padece, una dolencia en uno de sus pies que le llega a provocar importantes molestias, y la reciente fractura de uno de los dedos de su pie derecho, la han obligado además a tomar una drástica decisión en los últimos días: llevar zapatillas en sus apariciones públicas.
Lejos de cancelar sus actos oficiales, la madre de Leonor ha seguido adelante con ellos adaptando, eso sí, sus estilismos a los dolores que padece con esta doble lesión. Y las zapatillas están siendo las protagonistas de este nuevo look de trabajo. Si hasta ahora solo llevaba calzado deportivo en momentos de relax y fuera de su agenda oficial, estos días las sneakers de color blanco se han convertido en su único calzado.
La hemos visto con modelos impolutos de marcas como Hugo Boss o la española MU The Brand. Pero su diseño preferido, y el que más comodidad le reporta sin duda, es el Geo Court de la firma británica Vivo Barefoot. Se trata de una compañía creada en 2012 por dos miembros de la séptima generación de la familia Clark, fundadora de la conocida marca Clarks, y cuyos diseños reproducen el movimiento natural del pie descalzo. Un descanso sin duda para sus maltrechos pies.
Bajando la altura
Obviando sus apariciones más recientes en zapatillas por pura necesidad, la realidad es que Letizia lleva ya un tiempo bajando considerablemente la altura de sus tacones. Las ocasiones en las que opta por tacones bajos o sensatos, como se los denomina ahora, son cada vez más habituales.
"Yo no hablaría tanto de que bajando el tacón busque más comodidad, porque la altura no está reñida con la comodidad si sabes hacer una buena elección. Pero es verdad que ha disminuido mucho la altura, y nosotros intentamos cada vez adaptarnos más a esta tendencia de poder ir arreglada con un tacón de poca altura. A día de hoy podemos seguir ofreciéndole el mismo concepto de zapato que ella busca en una altura un poco más bajita”, explica la representante de Lodi. "Yo reconozco que las mujeres me gustan con tacón", afirma Isabel Abdo. "Aporta una postura y una forma de andar diferente que un zapato plano. Eso es una realidad. Y Su Majestad la Reina, con el cuerpo que tiene, el tipazo y el marido –el Rey es alto–, creo que siempre está mejor con tacón. Aunque sea un poquito, tipo 5 cm Pero mejor con tacón".
Isabel Moralejo, por su parte, también ve positiva esta notable rebaja en la altura de los zapatos reales. "Está dando los primeros pasos en abrirse a menos tacón y espero que poco a poco se vaya animando a bajarse más a menudo de ellos. También para los actos oficiales", apostilla.
La fundadora de Adeba reconoce además que el gusto de la Reina también se exporta: "El 50% de los pedidos que sigo recibiendo de las bailarinas que ella llevó van a todas las partes del mundo: a EE. UU. enviamos muchos, pero también a países como Suiza, Austria, Francia, Grecia, Inglaterra, Alemania… Vendo muchísimo a nivel internacional, es un gusto".
Un hecho que coincide con los datos oficiales del INE en materia de exportación de calzado español, cuyo volumen aumenta cada año. Sirva de ejemplo este dato: en 2022 se vendieron a Francia 35.981 pares, y a Italia 22.520. No hay duda: la reina es la mejor embajadora de la moda española. Dentro, y también fuera de nuestras fronteras.