Aleja del foco mediático en su día a día, la madre de Felipe VI sigue siendo fiel a sus compromisos sociales y benéficos. Con motivo de ellos se deja ver, muy de vez en cuando, mostrando su mejor sonrisa y unos estilismos elegantes a la par que certeros y en tendencia.
La celebración de la 72.ª edición del Festival Internacional de Música y Danza de Granada fue el escenario de su más reciente aparición. La reina Sofía disfrutó de la noche del sábado 8 de junio contemplando el espectáculo ofrecido por el Ballet Nacional de España en el teatro del Generalife bajo la dirección de Rubén Olmo.
Si bien el fin de este acto era recaudar fondos con los que investigar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Párkinson, ejerciendo como presidenta de honor, deleitó a todos los presentes con una apariencia impecable y un diseño firmado por el diseñador Alejandro de Miguel que acompañaba con gusto la especial ocasión y que escondía una sorpresa.
La túnica de Sofía
Elegante pero minimalista, tradicional pero con claves tendencia. Y sobre todo, muy favorecedor y acertado por sus claras fuentes de inspiración en la cultura flamenca y las influencias ziríes de la ciudad de Granada. Así es el look que la reina Sofía lució gracias al diseñador español Alejandro de Miguel.
Un vestido-túnica de manga larga y falda recta hasta los pies, en un color azul rebajado con matices ceniza que contrastaba con los adornos negros que daban personalidad al diseño, y pantalones a tono.
Con sus ribeteados delanteros, así como en las mangas, y una costura central adornada por tres grandes flores en relieve que disminuían en tamaño según se acercaban a la zona del vientre, la túnica-vestido de la Reina fue gran protagonista de la velada.
Respecto a los complementos del estilismo, la pudimos ver con zapato de tacón prudente en color negro y un accesorio desenfadado que sorprendió: un fular en color azul marino con el que cubrió sus hombros.
El diseño marca España
Si bien al ver a la reina Sofía con este bonito estilismo podíamos pensar que se trataba de un vestido sencillo de líneas minimalistas, al ver la prenda en la colección del diseñador Alejandro de Miguel nos damos cuenta del error que es pensar aquello.
En realidad, el look de la Emérita estaba compuesto por dos piezas que, al casar a la perfección en color y tejido, se fundían creando una ilusión óptica vertical sin igual.
Así pues sabemos que la reina Sofía acudió luciendo una elegante túnica, cierto es, pero que esta la acompañó con un pantalón sastre de pernera amplia con movimiento y gracia que hacía la ilusión de ser una falda para todos aquellos que no prestasen demasiada atención. Un juego exquisito por parte del diseñador que ha conseguido rebajar así la seriedad del estilismo sin restar elegancia.