Es una de las sorpresas estivales, y muy esperada además. Tras unos años sin saber prácticamente nada de ella, la princesa Lalla Salma de Marruecos reaparece, aunque de modo discreto como lleva viviendo desde que se divorció de Mohamed VI en 2018. Su desaparición pública ha desatado muchos rumores, incluso se pensó que no residía en el país y se barajaba Estados Unidos como su nuevo lugar de residencia. Nada más lejos de la realidad, sigue residiendo en Rabat aunque sin dejarse ver.
Ahora, la exmujer del monarca de la dinastía alauí ha sido captada llegando a la isla griega de Mykonos para pasar sus vacaciones, un periodo estival a todo lujo que ha copado titulares en la prensa helena.
Pese a su divorcio, sigue manteniendo su condición de princesa pues es la madre del heredero al trono, el príncipe Mulay Hassan, así que la seguridad es crucial, sobre todo teniendo en cuenta que estaba acompañada por su primogénito. Se ha echado en falta a su otra hija, la princesa Lalla Khadija, de 17 años, que no ha viajado con ellos.
El despliegue de medios ha sido enorme para su llegada a la isla. Tal y como informan los medios locales, un convoy de coches de alta gama la esperaba para trasladarla a la que será su residencia durante estos días de descanso. Lalla Salma viaja acompañada de un numeroso séquito de unas 70 personas, entre los que se encuentra el personal de servicio que la atenderá.
Diez de los vehículos que la escoltaban servían para cargar el inmenso equipaje de la Princesa. Pese a la vida discreta y casi de incógnito que lleva, no escatima en lujos. De hecho, parece que no le gustaba la decoración de la villa que habían alquilado, así se ha encargado de mandar desde Marruecos muebles nuevos que ocupaban tres camiones. Se desconoce cuánto tiempo pasará en Mykonos, pero podemos intuir que será largo por las molestias que se ha tomado en todo esté a su gusto.
Lalla Salma de Marruecos ya se ha dejado ver por las calles de la isla y lo cierto es que era imposible que pasara desapercibida; numerosos guardaespaldas la rodeaban durante su paseo junto a Mulay Hassan. Vestida con una blusa blanca, pantalones negros y un chal rojo, se mostraba tranquila y distendida en el aeropuerto, charlando con su primogénito.
Actualmente tiene 46 años y, pese a su actual ostracismo, fue una figura importante para Marruecos. Se casó con Mohammed VI el 13 de julio de 2002 en el palacio de Rabat y ella fue la primera esposa de un soberano alauí a la que se le dio un título real. Además de dedicarse a sus hijos, Lalla Salma participó en la vida institucional del país renovando el papel de la consorte de manera espectacular y codeándose con la realeza europea en sus viajes oficiales. Sin embargo, en 2018 llegó el divorcio. Desde entonces, sus apariciones han sido contadas. Se la vio en Nueva York en 2019 y también en Marrakech, pero poco más. Por eso esta grandiosa reaparición es una noticia importante.