El 8 de abril, Letizia, del brazo del Rey, asistía al funeral de Fernando Gómez-Acebo, fallecido el 1 de marzo a los 49 años, en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, más conocida como Catedral Castrense. De luto riguroso, añadía a su estilismo un bonito detalle familiar: un broche realizado en diamantes y perlas, que perteneció a María de las Mercedes, condesa de Barcelona, madre de Juan Carlos I y abuela de Fernando. Lo recibió como regalo de boda por su matrimonio con don Juan.