Una de las enfermedades respiratorias más comunes entre las mujeres es el asma: dos de cada tres pacientes son mujeres. Pero ¿por qué esta enfermedad crónica les afecta más a ellas que a ellos? ¿Cuáles son los factores que hacen que el asma, en la edad adulta (no en la niñez) sea una enfermedad marcadamente femenina?
En España, un 5% de la población adulta y un 10% de la población infantil y adolescente padecen asma. Según explica a EL ESPAÑOL Mar Fernández Nieto, médico adjunto del Servicio de Alergología de la Fundación Jimenez Díaz y miembro de su Unidad Multidisciplinar de Asma, en la infancia, esta enfermedad respiratoria es más frecuente en los niños que en las niñas y su gravedad también es más intensa en ellos (el asma es la enfermedad crónica más prevalente en la infancia junto con la obesidad).
Pero a partir de la cuarta década de la vida y sobre todo a partir de la quinta y la sexta, el asma es más frecuente en las mujeres, también el asma grave (una clasificación o tipo de asma). La Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) establece seis escalones para medir la gravedad del asma y según esto, entre el 5-8% de la población padece asma grave.
Sin embargo, aún se desconoce cuáles son exactamente los factores que marcan esta diferencia. Según explica la doctora, algunos estudios han mostrado que esta mayor prevalencia de asma en mujeres tendría que ver con las diferencias hormonales que existen en ambos sexos y que la testosterona podría actuar como un protector frente a la gravedad del asma. “Pero no creemos que éste sea el único factor”, afirma la experta. Falta todavía mucha más investigación en este área. Lo que sí está claro es que a las mujeres les afecta más esta enfermedad y también en su formas más graves.
Por poner un ejemplo de esto, los datos del Observatorio de la Comunidad de Madrid del año 2017 apuntan que la tasa bruta de mortalidad del asma por cada 100.000 habitantes en esta comunidad fue ese año de 0,45 en hombres y 2,3 en mujeres, y la tasa de morbilidad hospitalaria de un 34,60% en hombres y de un 67,20% en mujeres.
Según apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS) los principales factores de riesgo del asma son “la combinación de una predisposición genética con la exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias”.
Lo más importante de todo, asegura Fernández, es diagnosticar el asma a tiempo y tratarlo de forma correcta. Para ello es crucial prestar atención a los síntomas y después, tratarla de forma multidisciplinar, porque el asma es una enfermedad crónica que exige tratamiento de por vida, como quien toma su tratamiento diario por su problema de hipertensión u otras patologías. Hay que hacerlo adecuadamente, atendiendo a las necesidades de cada mujer: "Si el asma no se diagnostica bien y no se trata de forma correcta, se va perdiendo función pulmonar con el paso del tiempo", afirma la especialista.
La tos persistente, señal de alarma
El primer síntoma, y que se suele además banalizar mucho por ser algo muy común, es la tos persistente. "Si esta se mantiene en el tiempo es importante acudir al médico", informa Fernández. El asma se caracteriza, según apunta la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), por la aparición de episodios de dificultad respiratoria (ataques), generalmente asociados a otros síntomas como tos, pitidos al respirar y sensación de ahogo.
De modo que es importante prestar atención a la tos y los demás síntomas y realizar las pruebas pertinentes. “Desde la medicina preventiva, hay que enfatizar la necesidad de tener una buena función pulmonar. Hay estudios multicéntricos y longitudinales que muestran cómo un asma no diagnosticado a tiempo, hace que se pierda función pulmonar. Y esos niños y niñas que no han estado diagnosticados ni bien tratados no logran alcanzar una adecuada función”, señala la experta.
"Es importante derivar al especialista porque no pierdes nada por ello", añade Fernández. Además, en marzo de 2019, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la ya citada SEAIC y otras tres sociedad científicas representativas de esta especialidad firmaron un consenso de criterios de derivación del asma para ayudar a mejorar el diagnóstico: "El 50% de los casos no están diagnosticados y de un 25% a un 35% están mal diagnosticados".
Es fundamental, además, que el asma sea tratada desde un punto de vista multidisciplinar para "aumentar la sensibilidad en el diagnóstico y la especificidad en el tratamiento", argumenta Fernández. Las unidades especializadas en el tratamiento del asma se han empezado a implantar en España hace unos 10 años. Son unidades en las que se trabaja de forma conjunta para mejorar la calidad de vida de los y las asmáticas. Si la enfermedad está controlada se puede hacer una vida totalmente normal.
Hábitos de vida saludable
Además de seguir la medicación pautada, según la indicación del especialista, es importante adquirir unos buenos hábitos saludables para mejorar la calidad de vida. Uno de los más importantes es abandonar el tabaco: "El tabaco complica el diagnóstico, hace que los tratamientos con inhaladores sean más resistentes y hace que se pueda complicar con la aparición de otras enfermedades respiratorias asociadas al tabaco como por ejemplo la EPOC", explica Fernández.
Otro aspecto importante es mantenerse en el peso adecuado, pues la obesidad hace que el asma sea más grave y los tratamientos sean más inefectivos y por tanto complica el tratamiento y la evolución. Es fundamental llevar una alimentación sana y equilibrada y hacer ejercicio físico de forma regular.
En cuanto al ejercicio físico, es recomendable caminar al menos cada día una hora y, si el asma está bien diagnosticado y tratado y la función pulmonar es correcta, no habría limitaciones. "Hay grandes medallistas que son asmáticos. Lo importante es que la enfermedad esté controlada y que los pacientes sigan la medicación pautada", concluye la experta.
En este blog de la Fundación Jimenez Díaz, escrito por sus profesionales, podéis encontrar más información sobre el asma en general, en hombres y en mujeres.