¿Cuantas de nosotras estamos confinadas en casa sin sujetador? Probablemente la mayoría. Ya que no podemos salir a la calle, por lo menos vamos a sentirnos cómodas en casa. Con esta idea, el movimiento #nobra ha llenado Twitter de testimonios de mujeres que se han liberado de la condena del sujetador, convirtiéndose casi en un grito de guerra durante esta cuarentena sanitaria en la que nos encontramos inmersos.
Puede ser como una vuelta a los años 60, cuando nuestras abuelas, jóvenes rebeldes y feministas, le plantaron cara al sujetador (sostén que dirían ellas) y se liberaron de él. ¿Pero nos hemos planteado cuales pueden ser los daños colaterales? Un mes en caída libre puede tener consecuencias irreparables o quizá no sea para tanto.
Un estudio sobre la evolución del pecho femenino que llevó a cabo el doctor Rouillion, experto en medicina deportiva del Hospital de Besançon, reveló que las pacientes que no usaban sujetador tenían el pecho mejor, más tonificado y con la altura del pezón algo más alta.
Otros médicos, entre los que se encuentra el afamado doctor Antonio Tejerina, insisten en que todas las mujeres deben llevarlo a no ser que tengan muy poco porque eso ayuda a retrasar el descenso de los senos y el estiramiento de los ligamentos ocasionado por la pérdida de elasticidad de la piel con el paso de los años.
La doctora Hortensia García Briz, ginecóloga y obstetra y con formación específica en ginecología estética regenerativa y diplomada en patología mamaria insiste: "Hay cientos de estudios a favor y en contra pero yo creo que no todo es blanco o negro, que el factor determinante es el tamaño de la mama. Una mujer con mamas muy grandes necesita llevarlo siempre porque sería muy incómodo para ella, mientras que otra con las mamas muy pequeñas pueden renunciar a él sin problema".
Y añade: "En el Hospital de Torrejón, donde yo trabajo, tratamos la Hipertrofia Mamaria. Son mamas muy grandes que hay que reducir no por estética sino por los grandes dolores que ocasionan a nivel cervical y lumbar. Esas mujeres no pueden prescindir del sujetador porque agravarían sus dolores".
Volviendo a los estudios, los hay que aseguran que el sujetador actúa como una prótesis que no deja que se genere la regeneración fisiológica y evita que la piel produzca colágeno. Pero la doctora insiste en que "no existe base científica para asegurar esto. Lo más sensato, si se tiene una mama media, es llevar sujetador durante el día y, al llegar a casa, quitárselo".
El problema es la talla
Lo que nunca se imaginó la neoyorkina Mary Phelps Jacobs cuando patentó el primer sujetador del mundo en 1914 es que, más de cien años después de su invento, las mujeres aún no habrían aprendido a elegir su talla correcta. Es algo que nos cuesta mucho.
Letras que indican el tamaño de la copa, centímetros de perímetro... Hay hasta 150 combinaciones posibles pero al final, nos llevamos el sujetador equivocado en el 80% de las ocasiones. "Una talla inadecuada", insiste la doctora García Briz, "es más perjudicial para el pecho que llevarlo o no. Yo recomendaría que siempre fuera cómodo y además alternar el tipo de sujetador dependiendo de la actividad que se vaya a realizar y combinar los de aro con los que no lo llevan".
Es tan importante elegir bien el sujetador que vamos a intentar acertar en nuestra próxima compra siguiendo el patrón elaborado por expertos en corsetería. En España, la talla consta de una cifra que avanza de cinco en cinco (80, 85, 90...) y que mide el perímetro del tórax y una letra mayúscula (A,B,C,D y E) que marca la medida del pecho en su zona más voluminosa, siendo la A la más pequeña.
Para acertar de lleno con la talla hay que medirse el tórax justo por debajo del surco submamario. Después, el contorno del pecho y una vez que se tengan las dos medidas, se calcula la copa siguiendo esta fórmula: contorno de pecho menos contorno de torso igual a la copa que necesitas (si sale un 13 cm=A; 15 cm=B; 17 cm=C; 19 cm=D; 21 cm=E; 23 cm=F). También conviene elegir tirantes anchos y reforzados si las mamas son muy grandes, para evitar molestias en cuello y hombros.
¿Y con el deporte?
¿Y qué debemos hacer a la hora de practicar deporte aunque sea dentro de casa? Cuando saltamos o corremos, el pecho se desplaza unos 5 centímetros en sentido vertical, por tanto, todos los expertos coinciden en la conveniencia de llevar sujeción independientemente del tamaño de la mama. Eso sí, evitando prendas muy apretadas para que el sistema linfático no se comprima en exceso y además se puedan liberar toxinas correctamente.
"Ahora que nos toca quedarnos en casa, creo que lo mejor es realizar ejercicios de tonificación muscular y también yoga y pilates que son buenísimos para esta zona del cuerpo y, por supuesto, hidratarnos mucho para que la piel esté en perfecto estado pero, lo que no podemos ignorar es que los embarazos, la lactancia, los cambios hormonales y el propio paso del tiempo, unido a nuestra genética, hacen inevitable el descolgamiento", asegura la doctora.
Para dormir...
En cuanto a la hora de irse a la cama, la mayoría de los expertos opina que mejor sin él, así la mama recibe un masaje natural y una oxigenación extra, aparte de la comodidad. A no ser que lleves uno específico para el descanso como el Pillow Bra, un sujetador hipoalergénico, creado por la española Marta Fernández Cuevas cuyo diseño evita que el pecho se desplace.
Apenas lleva costuras y se compone de una almohadilla ergonómica de espuma que encaja entre los dos senos, rellenando el vacío que se genera en esa zona interpectoral y evitando que se produzcan las antiestéticas arrugas y marcas en el canalillo.
Un tema que siempre está sobre la mesa es si el mal uso de un sujetador puede potenciar alguna patología, tipo cáncer de mama. Según Hortensia García, "llevar o no sujetador no está entre los factores de riesgo pero aprovecho para decir que la alimentación sí, y el consumo elevado de carnes rojas principalmente".
Sujetador sí o sujetador no puede generar debate pero en lo que la mayoría estamos de acuerdo es en que el sujetador es la prenda femenina más sexy y que tener unos senos bien cuidados nos interesa a todas.