Según la OMS, el 14% de la población mundial padece migraña habitualmente. Un dato revelador que hace eco a un fenómeno, muchas veces llevado en silencio, que genera un sufrimiento, de leve a intenso.
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Algunos factores como la ansiedad o el estrés pueden provocar o empeorar su intensidad. Te explicamos por qué y sobre todo, cómo prevenirlo.
¿Qué son las migrañas?
"Las migrañas son un tipo de enfermedad neurológica en la que los pacientes sufren una cefalea de gran intensidad, aguda y recurrente, que suele tener una duración de entre 2 y 72 horas, y que se manifiesta, a menudo, con un dolor pulsátil que afecta a un solo lado de la cabeza.
En casos más severos, este dolor puede venir acompañado de náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz. En algunos pacientes, además, es posible ver un conjunto de signos de advertencia o 'aura' como la visión borrosa o destellos luminosos que aparecen antes del dolor de cabeza" destacan los expertos de Cigna, especialista en seguros de salud.
Su aparición puede estar relacionada con situaciones de estrés y ansiedad. Las personas que sufren migrañas crónicas y viven situaciones de incertidumbre y miedo, también pueden sentir un malestar emocional que se relaciona de manera directa con un nuevo episodio o una molestia acentuada de esta patología.
En este sentido, el estrés o la angustia son factor ambientales que pueden desencadenar o empeorar un episodio de migraña.
¿Es posible evitarla?
“Evitar por completo la migraña o la cefalea tensional provocada por la ansiedad no es posible, pero sí que hay ciertas medidas que se pueden adoptar para al menos disminuir los riesgos y la frecuencia de estos episodios.
Se trata de una enfermedad muy limitante para las personas que la sufren ya que, en muchos casos, se presenta como mucho más que un dolor de cabeza, provocando náuseas, vómitos o incluso episodios de ceguera temporal que impiden desarrollar las actividades del día a día o rendir en el trabajo con normalidad” explica María Sánchez, de Health Manager de Cigna España.
Algunas recomendaciones
Aunque no sea posible evitar del todo esta situación, sí existen recomendaciones para prevenir nuevos episodios de migraña relacionados con el estrés y las noticias negativas:
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Escapar de la infoxicación: en la era de la sobrecarga informativa es esencial poner límites y manejar la información que se recibe por parte de los medios. Evitar una exposición prolongada a las malas noticias ayuda a reducir los niveles de ansiedad, agobio y agotamiento mental que son tres desencadenantes de un posible ataque de migraña. Apagar la televisión a tiempo, desconectar durante un rato y centrarse en hobbies son métodos efectivos para combatir el exceso de noticias negativas y ayudar a que el cerebro respire.
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Saber parar a tiempo: el estrés o la ansiedad derivados de los problemas personales o profesionales son un detonante específico para las migrañas. Controlar la respiración o incluso apostar por la meditación son consejos que pueden ayudar a mantener la calma. En la oficina, salir a dar un paseo para respirar aire fresco o realizar unos masajes en la zona del cuello y las cervicales que alivien la tensión suelen ser útiles de cara a prevenir el dolor.
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Situar la migraña al nivel de cualquier otra enfermedad: Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la población que sufre de migrañas crónicas es la estigmatización todavía vigente en el trabajo. Comunicar que se padece de migrañas de manera crónica puede resultar positivo a la hora de tramitar cualquier baja por enfermedad, y ayuda a restar ansiedad “por no ir a trabajar”. Al hacer partícipes a compañeros y directivos, se obtiene un nivel de comprensión que puede ayudar a aliviar la sobrecarga de trabajo y el estrés físico y emocional derivado de ello.
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Los 3 pilares de un cuerpo sano: la actividad física, el descanso y mantener un equilibrio nutricional son comunes a cualquier persona. No obstante, en el caso de los pacientes con migrañas, es todavía más importante mantener una rutina de sueño adecuada (ni muy poco ni mucho), y no abusar de sustancias estimulantes como el café, el tabaco o el alcohol o alimentos como el chocolate o el queso curado que pueden contribuir a una crisis. La actividad física intensa en estos pacientes no está recomendada, pero sí realizar ejercicio físico con moderación como salir a caminar o practicar yoga.
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Controlar el uso de medicamentos: el uso excesivo de medicamentos también puede contribuir a la aparición de nuevos episodios de migraña. Para ello, es importante realizar un seguimiento continuo con los profesionales médicos y evitar así un efecto rebote de los analgésicos, o bien que el uso prolongado y habitual de ciertos fármacos provoque más dolores de cabeza.
El caso del déficit de DAO
Sea cual sea la intensidad de tus migrañas, recuerda que siempre debe tomarse en serio. Su presencia puede desvelar la presencia de una patalogía más severa. Según recuerda VIVOLABS, el 87% de los afectados por migrañas presentan una acumulación de histamina en el organismo y un total del 15% de la población tiene déficit de la enzima Diamino Oxidasa (DAO), causante de ello.
"La Diamino Oxidasa (DAO) es una enzima digestiva de gran importancia para la salud en general, ya que se encarga de descomponer la histamina presente en algunos alimentos.
Cuando el organismo no presenta suficiente actividad de DAO, se puede experimentar una acumulación de histamina en el organismo, lo que da lugar a efectos adversos que abarcan distintos órganos y sistemas. Esta alteración en el metabolismo de la histamina alimentaria es lo que se conoce como déficit de DAO" explican los expertos.
Tienes la posibilidad de descubrir si lo padeces gracias a un estudio genético.