¿Pies fríos? Te contamos por qué y cómo solucionarlo
¿No sabes por qué siempre tienes frío en los pies? Te contamos las posibles causas y cómo remediarlo.
15 diciembre, 2022 16:19Tener los pies fríos en invierno, al igual que sucede cuando la piel se pone roja con la bajada de los termómetros, suele ser algo normal y no tiene por qué ser preocupante. Sin embargo, si después de abrigarlos correctamente siguen sin entrar en calor o si esta molestia es algo constante en cualquier época del año, entonces puede que sea síntoma de algún problema de salud o un aviso de que existe algún tipo de afección más importante, incluso de una mala circulación.
A continuación te detallamos algunas de las afecciones más comunes que pueden esconderse tras este síntoma y los cuidados que deberías tener en cuenta para evitarlas.
¿Por qué se enfrían los pies con el frío?
Pero antes de irnos a las posibles enfermedades, vamos a explicarte lo que sucede en esta parte del cuerpo con la bajada de temperaturas. Y es que, la explicación más habitual de que nuestros pies se enfríen en invierno, suele estar directamente relacionada con que estos se encuentren mal abrigados.
En los casos en que esto sucede, los numerosos vasos sanguíneos pequeños que se encuentran en los pies y que, al igual que los de las manos, son particularmente sensibles a la mala circulación de la sangre, se contraen con el frío. Circula menos sangre por ellos y esta se enfría, provocando la disminución de la temperatura en los pies por vasoconstricción.
Otras posibles causas por las que los pies están fríos
Es importante destacar, que en la mayoría de los casos el resto de causas posibles de que los pies estén fríos no suelen ser graves y simplemente está relacionado con que no fluye suficiente sangre tibia por ellos. Pero precisamente esto puede estar causado por diferentes motivos. Te los detallamos a continuación:
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Mala circulación: como ya hemos señalado anteriormente, la mala circulación suele ser una de las causas más comunes y la principal de que la temperatura del cuerpo no se regule como debería.
En estos casos, las extremidades como las manos o los pies, son las que más frías suelen estar y por las que más cuesta que haya una buena circulación sanguínea. Los hábitos de vida y dietas saludables, junto con el ejercicio y una buena hidratación, son claves para mejorar la circulación.
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Enfermedad de Raynaud: esta enfermedad provoca que determinadas partes del cuerpo se sientan entumecidas y frías como respuesta a las temperaturas frías y al estrés. Lo que sucede es que la arteria encargada del suministro de sangre se estrecha, limitando así el suministro de ésta en áreas como los dedos de las manos y de los pies.
Al no existir una buena circulación, la piel puede llegar a verse con cambios de color en los dedos, aunque también puede afectar a otros puntos del cuerpo como las orejas o la nariz.
- Diabetes: son varias las razones por las que la diabetes puede provocar que los pies permanezcan fríos:
- Neuropatía diabética: algunas personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 experimentan daños en los nervios o neuropatía en los pies. Normalmente, son un mayor número las personas con diabetes tipo 2 que desarrollan daño nervioso en comparación con el 20% de las personas que lo sufren con diabetes tipo 1. Este daño nervioso puede llegar a alterar los nervios que detectan la temperatura en los pies, provocando una sensación desagradable.
- Mala circulación por diabetes: las personas con diabetes tipo 2 pueden sufrir de pies fríos precisamente porque tienden a tener una mala circulación sanguínea en general. Esto normalmente está asociado a los niveles altos de glucosa en sangre, los cuales suelen llegar a dañar el revestimiento de los pequeños vasos sanguíneos que van a los pies, provocando el estrechamiento y endurecimiento de estos y la reducción de flujo sanguíneo.
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Sudoración excesiva: la hiperhidrosis también puede llegar a ser una causa de pies fríos, sobre todo cuando la evaporación los enfría de forma rápida.
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Anemia: el déficit de hierro puede afectar directamente a la regulación de la temperatura corporal y también influir en esa sensación constante de pies fríos.
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Neuropatía periférica: además de la neuropatía diabética, también existe la neuropatía periférica y esta está asociada a cualquier afección que cause daño a los nervios en el sistema nervioso periférico. Este se encuentra formado por todos los nervios del cuerpo, excepto los del cerebro y los de la médula espinal.
Normalmente, los principales síntomas de esta afección suelen aparecer primero en los pies a través de esa sensación de pies fríos. También puede llegar a sentirse hormigueo, ardor o picazón.
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Falta de vitaminas: la falta de vitaminas puede llevar también a una neuropatía periférica y por lo tanto también a tener esa sensación constante de pies fríos.
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Enfermedades hepáticas o renales: los problemas metabólicos, las infecciones o la exposición a toxinas también puede llegar a traducirse en una sensación constante de frío en los pies.
Consejos para evitar los pies fríos
Si sospechas que tus pies pueden estar constantemente fríos por alguna de las afecciones anteriormente señaladas, lo mejor es que consultes esta sospecha con tu médico para poder descartar cualquier enfermedad o encontrar la verdadera raíz del problema y obtener una solución acorde.
Sin embargo, si tus pies están fríos y no tiene que ver con ninguna de estas afecciones, entonces a continuación te detallamos algunos consejos que podrán ayudarte a devolver el calor a tus pies:
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Muévete y haz ejercicio de forma regular para mejorar la circulación sanguínea y así calentar los pies.
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Abrígate más o asegúrate de hacerte con unos buenos calcetines que sean calientes, pero también transpirables para evitar así la humedad y que los pies puedan enfriarse.
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Un buen masaje de pies también podrá ayudar a mejorar tu circulación sanguínea y ayudará a calentar tus pies.
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Evitar la nicotina, no solo beneficiará a tus pulmones y salud en general, sino que también podrá evitar que sufras de una mala circulación y por lo tanto también de unos pies siempre fríos.
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Los baños de contraste con agua tibia y fría son especialmente recomendables para esas personas con problemas de circulación que quieran calentar sus pies. Con estos baños de contraste aumentarás el riego sanguíneo en esta zona y evitarás que permanezcan fríos.