No hace mucho la actriz Sharon Stone contaba con toda naturalidad en sus redes sociales que padecía un tumor fibroide, que tenía que ser extirpado. Y es que éste es un problema bastante frecuente. Los miomas uterinos son los tumores benignos más comunes entre las mujeres en edad fértil, y se estima que una de cada tres mujeres por encima de los 40 años lo padece.

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Dicho de otro modo, el 40% de las mujeres de entre 35 y 55 años tiene miomas uterinos, lo que se traduce en 24 millones de afectadas en Europa.

En MagasIN hablamos con la doctora Gloria Gálvez, especialista en Obstetricia y Ginecología y Jefa de Servicio Gine4 en HM Hospitales con el objeto de que nos explique de forma clara en qué consiste.

¿Qué es un mioma?



Se trata de un tumor siempre benigno del utero compuesto de fibras musculares.

Los miomas uterinos son masas anormales de tejido muscular liso, que se localizan en y alrededor del útero y ocasionalmente, en el cuello uterino.

Estos miomas se originan de las células de músculo liso que existen en el miometrio o pared del útero. En la mayoría de los casos son múltiples, pero ocasionalmente pueden ser únicos.

Otros términos con los que se suelen denominar a estas lesiones son leiomiomas o fibromas uterinos.

Se suelen dividir en tres categorías, según su localización: subserosos, intramurales y submucosos. Aproximadamente el 55% de los miomas son subserosos, un 40% son intramurales y un 5% son submucosos.

¿Pueden los miomas ser asintomáticos? Y si generan síntomas, ¿cuáles son?



Estos tumores son asintomáticos en el 75% de los casos. Cuando causan síntomas los más frecuentes son sangrado uterino anormal, presión pélvica, así como dolor y alteraciones de fertilidad.



Aproximadamente, un tercio de las pacientes que son diagnosticadas de mioma uterino, presentan una masa abdominal, una hemorragia uterina anormal, dolor en la pelvis o en el abdomen bajo, así como síntomas compresivos de órganos vecinos, lumbalgia o síntomas urinarios.

Ocasionalmente, pueden contribuir a un problema de infertilidad. Aunque hay que tener en cuenta que como causa única de infertilidad solamente aparecen entre el 2 y el 3% de pacientes infértiles. También se han relacionado con abortos de repetición.

Una mujer con miomas, ¿cada cuánto tiempo tiene que acudir a revisión?

Eso depende del tipo de mioma y de su tamaño. Mínimo una vez al año y recomendable cada 6 meses.

¿En qué casos el crecimiento de los miomas se considera problemático?



Puedes considerarse un problema cuando tienen gran tamaño, por encima de los 7 cm. O bien, cuando causan síntomas.

En la inmensa mayoría de los casos estos miomas son tumores benignos, aunque las estadísticas indican que aproximadamente una de cada 10.000 pacientes con miomas presentarán un tumor maligno, que se denomina leiomiosarcoma.

En estos casos, el crecimiento del mioma suele ser rápido y esto hay que tenerlo especialmente presente en pacientes post-menopausicas.

¿Cuál es el tratamiento adecuado?



Existen diferentes tratamientos, dependiendo del tipo de mioma y localización. Desde actitud expectante en la mayoría de los casos, tratamientos hormonales, embolización hasta cirugía.

El tratamiento quirúrgico, normalmente puede corregir estos problemas, sin embargo hay que tener presente que existe la probabilidad de que vuelvan a aparecer.

El tipo de cirugía que pueden emplearse varía según su localización, sintomatología, tamaño y deseos de preservar la fertilidad o la menstruación que tenga la paciente.

Cuando se decide una intervención quirúrgica, ¿en qué consiste y cómo es la convalecencia?

Las vías de abordaje son la histeroscopia, laparoscopia y laparotomía o cirugía abierta.

Las vías de cirugía son mínimamente invasivas y conllevan muy buena recuperación.

 

¿Qué secuelas puede tener una operación de estas características?

El mayor riesgo de una miomectomia es que por la situación o tamaño de los miomas sea preciso extirpar el utero. Posibilidad muy infrecuente en la práctica clínica.

También influyen en la vía de parto, tras la operación de mioma, siendo precisa una cesárea programada cuando en la miomectomia se ha entrado en la cavidad uterina.

** Gloria Gálvez, especialista en Obstetricia y Ginecología y Jefa de Servicio Gine4 en HM Hospitales