Las cenas son siempre difíciles. Llegamos cansadas, sin ganas de pensar y muchas veces, sin hambre. Muchos días tenemos claro qué vamos a cocinar, sin embargo, todos los restantes son una disputa con el frigorífico. Sobre todo, cuando queremos adelgazar.

Tendemos a pensar que para adelgazar debemos seguir una dieta estricta o incluso, cumplir con ayunos que realmente pueden estar perjudicando a nuestra salud, especialmente si los hacemos sin conocimiento previo. 

Lo cierto es que perder peso es un ejercicio que necesita, por lo general, la ayuda de expertos que nos aconsejen y acompañen en el proceso. Que sepan organizar nuestras dietas, qué alimentos evitar, pero sobre todo, qué otros podemos añadir.

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Lo cierto es que no siempre los regímenes estrictos son los más eficaces, quitarnos todos esos alimentos que desde hace tiempos inmemorables nos han dicho que no son recomendables.

Resulta muy complicado eliminar la primera todos nuestros placeres culposos: ese pequeño trozo de chocolate o ese helado por la noche. Si lo hacemos de una, podría convertirse en estrés y ansiedad, según los expertos.

A pesar de que quitar esos pequeños placeres de nuestra dieta resulte una tarea cuesta arriba, añadir nuevos no supone tanto esfuerzo. Incluso, podemos descubrir platos y alimentos de los que de ese momento en adelante no vamos a prescindir.

Por ese motivo, existen alimentos concretos para añadir a nuestro régimen para adelgazar, según los expertos. Por sus beneficios, pero también por cualidades que hacen que no queramos comer grandes cantidades.

Espinacas salteadas. Istock.

Las espinacas

Las verduras de hoja verde son indispensables en un régimen previsto para perder peso. Entre ellas, las espinacas ocupan un hueco especial gracias su contenido en vitaminas y minerales.

Sus suplementos alimenticios y su bajo contenido calórico reduce tanto la grasa corporal como el peso, por lo que los expertos la consideran una de las mejores opciones en cualquier dieta de adelgazamiento.

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Además, las espinacas son conocidas por su capacidad para favorecer el sistema digestivo. Tienen una proporción alta de fibra que es lo que nos ayuda a tener mejores digestiones, favorecer el tránsito intestinal y evitar problemas de pesadez o estreñimiento.

Según un estudio realizado por la Universidad de Lund en Suecia publicado en Healthline, se demostró que un extracto de espinaca que contiene membranas de hojas verdes llamadas tilacoides disminuye los antojos de hambre hasta en un 95% y aumenta la pérdida de peso en un 43%.

Los primeros datos se dan, puesto que las espinacas son un alimento muy saciante, una cualidad que la convierte en la aliada perfecta para aquellas personas que tengan mucha sensación de hambre en cuanto comienzan la dieta.

Las mejores formas de comerlas

Las espinacas se pueden comer de muchas maneras: a la catalana, cocidas, en forma de crema, con potajes o salteadas.

Sin embargo, a pesar de todas las recetas habidas y por haber, los expertos recomiendan comer las espinacas crudas, ya que tienen menos calorías y retienen mejor los folatos, que se pierden en su mayoría durante la cocción.

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De esta manera, las espinacas crudas se pueden añadir en zumos, como ingrediente adicional en pizzas, ensaladas o como parte de salteados. De la manera que sea, la recomendación es incluirla lo máximo posible en nuestra dieta.

Como parte de una dieta balanceada, se recomienda consumir entre 1-2 tazas de espinacas al día, sin embargo, también se puede variar y añadirla a nuestro régimen tres veces por semana.