Nadie quiere gérmenes en casa y si pensamos en un lugar del hogar donde más suciedad se puede acumular, nuestra mente viaja primero al baño. Pero, ¿realmente se trata del lugar más sucio?
Es un error muy frecuente pensar que el rincón que menos bacterias reúne en toda la casa es la cocina. Cuanto menos resulta sorprendente y, sin embargo, así lo demuestran expertos como Boticaria García, nutricionista y farmacéutica muy reconocida gracias a su divulgación sobre higiene, alimentación y salud en redes sociales.
El estropajo acumula semanalmente 10 mil millones de bacterias por centímetro cúbico. Un dato que aporta luz a la afirmación de la experta quien asegura que lo recomendable es cambiar esta herramienta de limpieza cada 15 días aproximadamente.
De nada sirve lavarlos y desinfectarlos con frecuencia. Ni siquiera los productos de limpieza más efectivos como pueden ser la lejía o el amoniaco combaten la suciedad que los estropajos aportan a una de las estancias clave de nuestras casas.
En uno de sus últimos vídeos, la experta aclara con qué frecuencia debemos cambiar los estropajos para evitar acumular bacterias en el lugar donde guardamos y cocinamos nuestra comida.
Cada cuanto cambiar el estropajo
Independientemente de con qué frecuencia utilicemos el estropajo de nuestra cocina o si utilizamos uno para cada tarea, se trata de uno de los elementos que más se utiliza a diario y el que mayor número de microbios aporta a nuestras cocinas.
Boticaria García aclara que, independientemente del uso que cada uno le de al estropajo, lo más aconsejable es cambiarlo por uno nuevo cada dos semanas, más o menos. "Se han hecho estudios analizando la porquería del hogar y el lugar de la casa donde hay más bacterias es la cocina, concretamente en el estropajo, después del sifón del desagüe", declara.
Es cierto que, cuanto de mayor calidad sea el estropajo, menor cantidad de bacterias acumulará pero no resulta suficiente para evitar la suciedad que ellos aportan a la cocina y a los alimentos que en ella se encuentran.
Por qué cambiar el estropajo
Se trata de un acto que, "por seguridad alimentaria", debemos realizar todos. Así lo afirma la experta en nutrición al alertar de la fuente de bacterias que los estropajos albergan.
Su cambio regular resulta necesario por tres lógicos motivos:
- La razón de mayor peso por la que debemos tirar los estropajos periódicamente es por la higiene. La cantidad de restos de comida y humedad que estos acumulan, fomentando el crecimiento de las bacterias y el moho resulta el principal motivo para evitar la propagación de microbios.
- Tirando cada 15 días, aproximadamente, los estropajos de la cocina, estaremos reduciendo el riesgo de contaminación cruzada en la cual los alimentos están en contacto con sustancias externas y nocivas para la salud. Esto puede favorecer además la aparición de enfermedades producidas por los alimentos.
- Un estropajo desgastado resulta mucho menos efectivo para su principal fin: la limpieza. Si están viejos o sucios estaremos restando eficacia a su labor.
La cocina es más sucia que el baño
La experta aclara una de las afirmaciones que más pueden llegar a sorprender de su último vídeo subido a sus redes sociales: la cocina acumula mucha más suciedad que el baño, a pesar de lo que se pueda llegar a pensar.
"Resulta que la taza del váter tiene una superficie que es lisa y es más sencilla de limpiar", declara García. "El estropajo es poroso. Ahí se retiene la humedad y se acumula la porquería que da gusto", añade.
En la cocina, además, existe una mayor variedad de superficies donde pueden acumularse un mayor número de bacterias. Encimeras, utensilios de cocina, tablas de cortar... Todos ellos fomentan la acumulación de contaminación que se pueden propagar de una manera más rápida y peligrosa a los alimentos.