Si hay algo que en los últimos años ha cobrado especial protagonismo en países como España son los buenos hábitos. Cada vez somos más conscientes de todas las costumbres perjudiciales que hemos acarreado con el paso de los años e intentamos, en cierta medida, aprender de todas ellas.

Mientras que el ejercicio cada vez es más común gracias a su versatilidad y adaptabilidad a todos los niveles y edades, la alimentación saludable ha dejado de pertenecer a un grupo concreto de personas, en especial, con la llegada de los superalimentos y su fácil alcance. 

Alimentos que consumimos habitualmente ahora son más valorados que nunca gracias a su cantidad de beneficios, tales como el aceite de oliva o, incluso, alimentos como los higos, que en España son guardados como oro en paño.

Los higos, una 'falsa fruta'

Lo cierto es que por mucho que los higos sean muy valorados y consumidos en España, no todo el mundo sabe qué son realmente. Aunque muchas personas crean que son frutas, por su aspecto y proveniencia, realmente son receptáculos carnosos denominados 'siconos' o, en otras palabras, flores invertidas.

Se cree que proviene de Oriente Próximo y hay constancia de que el ser humano los recolectaba en el 9000 a.C.; no obstante, se extendió rápidamente por el Mediterráneo y cobró una fuerte popularidad en Grecia, donde recibió el sobrenombre de la fruta de los filósofos.

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En España comenzó a cultivarse hasta convertirse en uno de los alimentos más valorados del país, no solo por su sabor dulce y único, sino también por la cantidad de beneficios que tienen.

Y es que, además de tener un aporte calórico muy bajo, es uno de los alimentos con más fibra y, por lo tanto, genera una sensación de saciedad que lo convierte en el aliado perfecto para dietas de adelgazamiento y evitar ingerir calorías excesivas entre horas.

Beneficios de los higos

Los higos se han utilizado durante mucho tiempo como remedio casero o tratamiento alternativo para problemas digestivos como el estreñimiento. Gracias a su alto contenido de fibra, que puede ayudar a promover la salud digestiva, sirve como prebiótico o fuente de alimento para las bacterias saludables que viven en el intestino.

La Fundación Española de Nutrición (FEN) destaca en el higo un alto aporte de potasio y vitamina B6. El primero es un mineral que ayuda a la función de los nervios, a la contracción de los músculos y a mantener un ritmo cardíaco constante, mientras que la segunda produce anticuerpos para combatir enfermedades, mantiene la función neurológica normal y fabrica hemoglobina.

Higo.

Estas flores invertidas pueden mejorar la presión arterial y los niveles de grasa en sangre, lo que puede ayudar a mejorar nuestra salud vascular y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. 

El consumo nivelado de este alimento también puede controlar los niveles de azúcar. Un estudio reciente encontró que las bebidas que contienen altas dosis de extracto de higo tenían un índice glucémico (IG) más bajo que las bebidas sin extracto de higo, lo que significa que tendrían un efecto más favorable sobre los niveles de azúcar en el cuerpo.

Un alimento 'antiedad'

Además de las grandes propiedades que tienen los higos para la salud del organismo, estos alimentos también pueden ser excelentes aliados en nuestra rutina de belleza gracias a su alto contenido en antioxidantes, los compuestos 'antiedad' por excelencia.

Se trata de ingredientes superactivos, encabezados por la vitamina C y E, que proporcionan una acción específica para luchar contra la producción de radicales libres. En general, los antioxidantes reducen la inflamación de las células, limitando así las manchas, suavizando las arrugas y protegiendo del envejecimiento de la piel.

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Entre estos antioxidantes destacan los polifenoles y flavonoides. Los primeros ayudan al propio sistema antioxidante de la piel, a luchar contra el estrés oxidativo y protegiéndola contra el fotoenvejecimiento, mientras que los segundos mejoran la circulación de la misma a la vez que reducen su fragilidad.

Añadido a todo ello, su antioxidante clave es la vitamina C, una de las encargadas en formar y producir colágeno, el principal responsable de que nuestra piel y rostro luzca terso, sin arrugas, hidratado y con un tono unificado.