Pareja haciendo ejercicio.

Pareja haciendo ejercicio. Istock.

Salud y Bienestar

'Barefoot': la novedosa tendencia recomendada por los expertos en España para fortalecer los músculos

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Tradicionalmente, las zapatillas de deporte han sido fundamentales a la hora de ir al gimnasio o simplemente, hacer ejercicio. Desde su creación han sido consideradas una parte necesaria del día a día, por lo tanto, del entrenamiento también. A pesar de su importancia y debido al constante cambio al que nos enfrentamos, la nueva tendencia de ejercicio deja esto que hemos aprendido a un lado.

Las zapatillas deportivas ofrecen apoyo, comodidad y estabilidad para ayudarnos a destacar en cualquier ejercicio; sin embargo, últimamente, muchos entrenadores y entusiastas del ejercicio alientan a otros a intentar hacer ejercicio descalzos. 

Si bien es cierto que hacer ejercicio descalzo puede tener grandes ventajas avaladas por grandes expertos, es una actividad que debemos pensar dos veces, ya que puede no ser para todas las personas ni para todas las actividades. Esto es todo lo que debemos tener en cuenta.

Qué es el ejercicio 'barefoot'

Los ejercicios barefoot, como su propio nombre indica en su traducción al español, significa hacer deporte descalzo. En cierta forma, es una forma de regresar siglos atrás y a esa 'dieta paleo', en las que las personas se adaptaban a lo que tenían y no podían comprarse las zapatillas más cómodas para ejercitar su cuerpo o, simplemente andar.

Lo cierto es que es una técnica que hemos podido ver en ciertas disciplinas, como el yoga o pilates, en las que los participantes andan y hacen ejercicios descalzos. Ahora, la tendencia va un paso más allá y recomienda hacer entrenamientos de gimnasio sin zapatillas, tales como levantar pesas.

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Esta diferencia de deportes es fundamental si nos adoptamos a los ejercicios barefoot, según los expertos. Y es que un pequeño estudio encontró que correr descalzo durante ocho semanas en realidad no tuvo mucho impacto en la fuerza y la propiocepción, por lo que complicó el saber si hacer ejercicio descalzo era beneficioso o simplemente se necesitan más de ocho semanas para ver los resultados.

Sin embargo, otro informe siguió a mujeres adultas jóvenes que jugaban netball, un deporte similar al baloncesto, descubrió que jugar descalzas mejoraba la estabilidad y agilidad de sus tobillos. En este punto, hay quienes se preguntan si esta nueva forma de ejercitar el cuerpo es o no beneficiosa, por lo que se deben tener en cuenta una serie de aspectos.

Beneficios de hacer ejercicio descalzo

A la hora de saber si hacer ejercicio descalzo es o no una buena idea, hay ciertos aspectos que se ponen sobre la mesa. Y es que, a pesar de todas sus virtudes (protección, comodidad y, por supuesto, estilo), los zapatos arruinan en cierta forma la forma en que nos movemos, según algunos expertos.

Desde una perspectiva mecánica, el calzado altera la posición natural de los pies y los zapatos restringen la extensión, lo cual es crucial para la estabilidad, especialmente al hacer diferentes ejercicios. Sabiendo eso, es lógico que muchas personas hayan querido probar a entrenar sin zapatillas.

Con nuestros pies guardados en un zapato, nuestros músculos piensan que el nuevo y cómodo lugar significa que es hora de relajarse. La forma y el estilo del zapato intentan controlar el movimiento del pie en lugar de estimular la participación de los músculos.

Esta tendencia es aceptada y recomendada por grandes expertos, en especial, por la Universidad de Harvard, donde sugieren que hacer los ejercicios y estiramientos descalzos puede fortalecer los músculos de los pies y tobillo, mejorando así la flexibilidad y destreza.

Pies descalzos caminando.

Pies descalzos caminando. Istock.

Hacer ejercicio descalzo es, en cierta manera, muy bueno para el pie. Cuando las personas están sin zapatillas, los músculos de sus pies tienen que trabajar más porque no tienen el apoyo que brinda un calzado deportivo y ayuda a aumentar la fuerza y la propiocepción, mejorando así el equilibrio y reduciendo el riesgo de lesionarse.

La propiocepción es la retroalimentación sensorial que nos ayuda a saber dónde está nuestro cuerpo en el espacio. Según los expertos, nuestros pies le dicen a nuestro cerebro dónde estamos en relación con su entorno, por lo que cuando estamos descalzos esta información se percibe mucho mejor.

Esta retroalimentación no solo es bueno para saber y ubicarnos en un lugar, sino que también evita que nos tropecemos y nos ayuda a fortalecer los 34 músculos de los pies y la parte inferior de las piernas.

Más allá de esta propiocepción, los expertos españoles reconocen que, actualmente, muy pocas personas adoptan ejercicios específicos para los pies en sus rutinas. Es una parte del cuerpo que siempre está cerrada en el calzado y su musculatura se va atrofiando. Se debería entrenar como se entrena la espalda o los abdominales.

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Otra ventaja es que hacer ejercicio descalzo puede ayudar a una persona a moverse de forma más natural; un movimiento que cuando usamos zapatillas muy acolchadas se puede restringir o puede limitarnos.

Quitarse los zapatos ayuda a restaurar el rango natural de movimiento del pie y el tobillo, lo que tiene un efecto dominó a lo largo de la cadena cinética. Además, muchas de las deportivas que empleamos suelen venderse con suela gruesa para proporcionar una estabilidad, que a menudo resulta en lo contrario.

Precauciones al hacer ejercicio descalzo

A pesar de todas las ventajas anteriormente nombradas, lo cierto es que a primera vista hay muchas cosas claramente erróneas en la idea de hacer ejercicio descalzo. De hecho, todos ellos están diseñados específicamente para proteger nuestros pies, sobre todo, los de deporte.

Las zapatillas de deporte son una buena opción para las personas con arcos bajos, ya que los zapatos brindan soporte al ligamento que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies y ayuda a brindar soporte.

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Debido a que las plantas de nuestros pies no son tan duras como el calzado deportivo, andar descalzo puede hacer que seamos más vulnerable a cortes y raspaduras, así como a posibles lesiones. Además, al hacer ejercicio en público (por ejemplo, en un gimnasio) existe la posibilidad de que una persona exponga sus pies descalzos a una infección por hongos como el pie de atleta.

Además, como ya hemos comentado, hacer ejercicio descalzo es algo que no se adapta a todas las disciplinas. Mientras que si hacemos yoga o pilates en casa puede ser una excelente opción, montar en bicicleta estática o hacer ejercicios en un gimnasio puede suponer ciertas molestias.