Mujer comiendo fruta.

Mujer comiendo fruta. Istock.

Salud y Bienestar

Esta es la fruta favorita de Harvard: crea colágeno en la piel, elimina arrugas y es antiinflamatoria

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Las frutas son fundamentales en todas las etapas del año; sin embargo, en verano parece que nuestro cuerpo las necesita con mayor frecuencia. La gran mayoría de ellas, especialmente las que aparecen en esta temporada, son muy refrescantes y están compuestas principalmente por agua, por lo que su consumo se convierte en el mejor momento del día.

Más allá de la hidratación, por lo general las frutas tienen un perfil nutricional excelente. De hecho, los expertos no suelen concebir dietas saludables sin estos alimentos, gracias a la cantidad de beneficios que pueden aportarnos en tiempo récord, tanto para nuestra salud general como para nuestro aspecto.

Y es que, aunque el verano también suponga que las frutas que aparecen tienen un tiempo "limitado", esta temporada puede presumir de contar con maravillas como las cerezas, que llegan entre mayo y julio y no solo están deliciosas, sino que son las favoritas de la Universidad de Harvard por su capacidad antiedad y, sobre todo, antiinflamatoria. 

Beneficios antiedad de las cerezas

La cereza es una de las frutas más valoradas en España, principalmente por ser uno de los países que más produce y exporta en todo el mundo y por tener una de las mejores variedades autóctonas con Denominación de Origen Protegida, la cereza del Jerte. Además de su rico sabor, han acaparado la mayor parte de las investigaciones de frutas de hueso debido a su gran perfil nutricional.

Esta pequeña fruta de color cojo tiene un alto contenido de vitaminas A, B y C. Mientras que la A, B1, B2 y B3 ayudan a luchar contra las arrugas y prevenir el daño de la piel, las vitaminas B1, B2 y B3 reparan las células dañadas de la piel. La vitamina C, por otra parte, además de ser un antioxidante fundamental, ayuda a dar luminosidad al rostro, promueve la cicatrización de heridas y a producir colágeno.

Las cerezas forman parte de la familia de los frutos rojos, y al igual que todos ellos, es muy rica en antioxidantes. De hecho, es la fruta con más concentración de flavonoides (antocianinas) y ácido elágico. Y juntos con las vitaminas que posee, la convierten en un fantástico antioxidante, el compuesto antiedad por excelencia que se encarga de luchar contra los principales responsables del envejecimiento, los radicales libres.

Cuando neutralizamos los radicales libres, estamos manteniendo la salud y la apariencia óptima de nuestra piel. Entre los antioxidantes que destacan tenemos la vitamina C, gracias a su ventaja adicional de reducir la aparición de manchas oscuras hiperpigmentadas y ayudar a proteger contra el fotodaño inducido por los rayos UV. Además, desempeña un papel vital en la síntesis de colágeno, la proteína que le da a la piel la estructura y elasticidad.

Las cerezas son ideales para drenar y desintoxicar, ya que contienen muchos oligoelementos (hierros, calcio, fósforo, azufre, zinc, cobre, magnesio, cobalto y potasio), sin embargo, si algo destaca acerca de esta fruta es su capacidad antiinflamatoria, que no solo es beneficiosa para prevenir enfermedades, sino también para mantener nuestra piel saludable.

Si no se controla, la inflamación puede comenzar a dañar las células, tejidos y órganos sanos, provocando daño celular. Cuando se trata de la piel, la inflamación puede manifestarse en forma de diversas afecciones cutáneas como acné, eccema y psoriasis. En este punto, las cerezas contienen compuestos antiinflamatorios que ayudan a calmar y calmar la piel irritada, reducir el enrojecimiento, la hinchazón y promover una tez más uniforme.

Cerezas.

Cerezas. Istock.

Como ya hemos comentado, el consumo de frutas en verano se ve más atraído porque pueden ayudarnos a refrescarnos. En el caso de las cerezas, contienen un 85% de agua que puede proporcionar a nuestro organismo y también a nuestra piel, promoviendo un rostro hidratado y flexible, libre de arrugas. 

Una hidratación adecuada es esencial para mantener la elasticidad de la piel y prevenir la sequedad, la descamación y las líneas finas. Las cerezas nutren y suavizan activamente la piel, promoviendo su barrera de defensas, haciéndola menos propensa a la sequedad y la irritación, y ayudan a aumentar el volumen y la suavidad. 

Todos estos beneficios son tan conocidos entre los expertos que las cerezas no solo son una excelente opción para incorporar en la dieta, sino que miles de firmas cosméticas apuestan por esta fruta para añadir a sus formulaciones. Cuando se aplica tópicamente, además de todos estos beneficios, podemos obtener algunos más, como la exfoliación. 

La ligera acidez de las cerezas puede actuar como un exfoliante suave cuando se aplica tópicamente. Esto puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel y promover una tez más brillante y renovada. De hecho, hay quienes directamente formulan su propia mascarilla de cereza, frotándola sobre la piel limpia.

Otros beneficios de las cerezas

Además de todas las ventajas físicas que tienen las cerezas, la Universidad de Harvard destacó su función antiiflamatoria, que puede reducir el dolor y las molestias después del ejercicio, así como posibles enfermedades. 

Los mismos antioxidantes que promueven una piel rejuvenecida, también protegen contra la inflamación y combaten los radicales libres, que pueden contribuir a enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas. De hecho, una revisión de múltiples estudios encontró que comer al menos 45 cerezas todos los días reduce la inflamación provocada por los radicales libres.

Diferentes estudios también han indicado que las cerezas ácidas y el líquido de las mismas pueden aliviar la inflamación y aliviar los músculos adoloridos después de un entrenamiento. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes funcionan como medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno, para prevenir y reducir el dolor.

Los antioxidantes de esta fruta estimulan la secreción de insulina en el páncreas hasta en un 50%, y contienen muy poca glucosa, de hecho, tienen uno de los índices glucémicos más bajos de todas. Esto, sumado a su alto contenido en fibra, ayuda a reducir los niveles de azúcar en el organismo y a controlar las calorías. Sin embargo, a pesar de sus ventajas, se deben disfrutar con moderación, ya que la fruta sigue siendo un carbohidrato.