Durante toda la historia hemos oído los beneficios de las verduras, múltiples hojas verdes, en especial las espinacas, destacan entre otros muchos alimentos y se priorizan en dietas equilibradas, no solo por sus ventajas en la salud sino porque favorecen la pérdida de peso en un tiempo superior.
A pesar de todas sus ventajas, es cierto que ni podemos estar consumiendo espinacas todo el día ni son tan versátiles como para hacer diferentes platos. Por razones como estas, las personas comenzaron a informarse acerca de los superalimentos: aquellos con múltiples ventajas para la salud, muchas de ellas, similares o superiores a las de las verduras.
Muchos de ellos los conocemos y los consumimos con habitualidad, como es el caso del aceite de oliva o el aguacate; sin embargo, otros muchos son desconocidos en países como España. Es el caso de la moringa, un árbol que procede de zonas tropicales, con origen en la India, pero que también se cultiva en otras zonas cálidas como Sudamérica.
Qué es la moringa
La moringa es un árbol de gran valor nutricional y numerosas propiedades terapéuticas. Se le conoce como Morango, árbol de la vida o árbol milagroso, ya que se utiliza en casos de desnutrición, hipovitaminosis, anemia, etc. e incluso para purificar y potabilizar el agua.
Si bien existen 13 especies de moringa, la moringa oleifera es la más utilizada debido a su perfil nutricional. Contienen vitamina A, C, calcio, potasio y son ricas en hidratos de carbono y proteínas. Además, contiene hierro y algunos aminoácidos, los responsables de que sea considerado un superalimento recomendado por expertos y nutricionistas.
Un estudio de 2022 en Frontiers in Nutrition sugiere que la moringa oleifera contiene una serie de enzimas que se cree que ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel. Tantas son sus ventajas que, incluso, se puede agregar a un tratamiento facial para aplicarlo tópicamente.
Las hojas de moringa tienen un alto contenido de polifenoles vegetales, lo que las hace ricas en antioxidantes y, por tanto, brindan beneficios antiinflamatorios. Contienen vitaminas A y C, que son beneficiosas para la piel, y los estudios demuestran que pueden ayudar a retardar el proceso de envejecimiento al reducir el estrés oxidativo en el cuerpo.
Estos antioxidantes también pueden proteger las células del daño y estimular nuestro sistema inmunológico. Existe cierta evidencia de que algunos de estos antioxidantes también pueden reducir la presión arterial y la grasa en la sangre y el cuerpo.
Añadido a su capacidad antioxidante, también se puede destacar sus propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a combatir enfermedades y dolencias. Este superalimento es capaz de equilibrar la inflamación en el cuerpo a la vez que elimina los patógenos como bacterias, virus u hongos.
Una investigación del 2020 que exploró los efectos de la moringa en la presión arterial de los participantes que consumieron grandes cantidades de sal encontró que este superalimento ayudó a reducir la presión arterial diastólica y sistólica dentro de las dos horas posteriores.
Cuando se toma moringa en polvo, puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. Además, puede actuar como apoyo a la digestión gracias al alto contenido de fibra que contienen sus hojas.
Cómo consumir moringa
Una de las principales formas en las que se suele consumir la moringa es como suplemento el polvo, el cual destaca entre los demás, ya que aporta 10 veces más vitamina A que la zanahoria, 7 veces más vitamina C que la naranja, 9 veces más proteína que el yogur, 17 veces más calcio que la leche y 25 veces más hierro que las espinacas.
Debido a este beneficio, cada vez son más personas que incluyen este alimento en polvo como bebidas o batidos o, incluso, hay quienes optan por tomarse una cucharada del polvo. Como suplemento también se puede consumir y en países como Estados Unidos, es uno de los más famosos.
Normalmente, para comprar moringa tenemos que ir a un herbolario o tienda de nutrición especial. Allí encontraremos que se venden sus hojas: frescas para tomar crudas o para cocerlas, y secas para usar como especias o para hacer infusiones.
Precauciones de la moringa
Si bien el consumo de este árbol generalmente se considera seguro, es cierto que puede considerarse una precaución para determinadas poblaciones o, simplemente, cuando se consume en exceso.
Las personas embarazadas deben evitar tomar moringa, ya que los expertos aún deben determinar si este suplemento podría provocar efectos adversos en esta población.
Si excedemos de este superalimento puede actuar de forma contraria y puede suponer diarrea y problemas gástricos. Además, si abusamos de él, también podemos llevar a nuestro cuerpo a que tenga demasiado hierro, lo cual puede dar el corazón, hígado y páncreas.
Se cree que la moringa afecta la forma en la que el hígado procesa algunos medicamentos, lo que significa que este alimento puede alterar la eficacia o descomposición de ciertos fármacos o, incluso, causar daño hepático.