Con la llegada del calor en España, ¿a quién no le apetece disfrutar de una ducha fría con la que conseguir refrescarse? Pero la realidad es que este no es el único beneficio que puede aportarnos una ducha de agua fría y en cualquier época del año. Beneficios también para las mujeres, que cuentan con el respaldo de la ciencia y que incluso podrán ayudarte a adelgazar.
Así que, tanto si prefieres un baño completo de ducha fría, como si concluyes con un último aclarado con ella o simplemente desconoces sus beneficios y aún te lo estás pensando, a continuación te detallamos algunos de los beneficios más destacados de ducharse con agua fría. Toma nota.
Beneficios de ducharse con agua fría
Entre los beneficios que las duchas de agua fría pueden aportar a la salud destaca:
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Estimulación y energía
El agua fría puede ayudarte a despertar y revitalizar el cuerpo, proporcionando una sensación de energía y alerta. Algo que puede ser beneficioso para aquellas mujeres que deseen aumentar su nivel de energía antes de empezar el día o después de un entrenamiento físico.
Circulación sanguínea
El agua fría también puede promover una mejora en la circulación, al contraer los vasos, según un estudio de Thieme International of Sport Medicine. Esto puede ayudar a aliviar la hinchazón y mejorar la apariencia de la piel, así como también contribuir a una mejor salud cardiovascular.
Piel y cabello
Las duchas de agua fría pueden ayudar a cerrar los poros de la piel y reducir la producción de grasa, algo que puede ser beneficioso para las mujeres que padecen problemas de acné o de piel grasa. Además, el agua fría puede hacer que el cabello se vea más brillante y suave, ya que ayuda a sellar la cutícula capilar.
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Estado de ánimo
Algunos estudios apuntan a que las duchas de agua fría pueden tener además un efecto positivo en el estado de ánimo, actuando como antidepresivo natural. Esto se debe a que estimulan la liberación de endorfinas y aumentan la sensación de bienestar.
¿Las duchas de agua fría ayudan a adelgazar?
La realidad es que científicamente no hay evidencias que confirmen dicha afirmación, pero lo que sí se sabe es que esta tendría una explicación muy sencilla. Esta tiene que ver con el descenso de temperatura corporal que el agua fría provoca en nuestro cuerpo y que ayuda a activar el tejido adiposo. Esto hace que la grasa se queme con mucha más facilidad, a la vez que ayuda a mejorar la circulación y previene la celulitis.
Con el agua fría, estamos incitando a nuestro metabolismo a que contrarreste el frío superficial acelerando el metabolismo y aumentando el consumo energético. Y es ese aumento del metabolismo para generar calor el que hace que se queme la llamada grasa parda, que precisamente almacenamos para poder regular la temperatura.
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Por lo tanto, esto quiere decir que las duchas de agua fría sí podrían influir en la quema de este tipo de grasa y por lo tanto también podrían ayudarnos a adelgazar. Siempre que las combinemos con una dieta sana y equilibrada y ejercicio físico regular.
¿Tiene algún riesgo ducharse con agua fría?
Al igual que se han evidenciado todos estos beneficios de ducharse con agua fría, también es importante destacar que excederse en este tipo de duchas puede llegar a provocar fallos en la capacidad de regulación de temperatura en nuestro cuerpo.
Y es que, aunque su aplicación en un corto período de tiempo y a una determinada temperatura, puede ser muy beneficioso, estas duchas llevadas al extremo pueden llegar a alterar el ritmo cardiaco, a provocar quemaduras en la piel, o en casos extremos hipotermia.
A su vez, podría provocar el cierre de los poros, por lo que no se podría eliminar correctamente las impurezas y tampoco facilitaría la absorción de las cremas y cosméticos que utilices en tu rutina de cuidado diaria.