Hoy muchos puntos de España han amanecido con las calles cubiertas de arena marrón, procedente del Sáhara, y un cielo anaranjado acompañado de polvo en suspensión. Este fenómeno meteorológico recibe el nombre de calima, y suele ser habitual encontrarlo en zonas de las islas Canarias, pero pocas veces en la península.
Provincias como Murcia, Almería o Valencia han estado en el foco de atención al ser las más afectadas inicialmente, aunque hoy se puede percibir la presencia de la calima en muchos puntos del país como Madrid.
Esta situación se ha producido como consecuencia de la profunda borrasca Celia y, aparte de la subida de las temperaturas en algunos puntos, otra de las consecuencias que se prevén serán las lluvias en forma de barro. Además, la calima ha hecho que la calidad del aire empeore, ya que hay una alta concentración de partículas minúsculas que podemos respirar y son perjudiciales para la salud.
Cómo afecta a la piel
Pero no solo se ve afectada la salud a nivel respiratorio si tenemos una exposición continuada a este ambiente. La piel es otra de las perjudicadas con la presencia de estas inusuales partículas de polvo en nuestro entorno. Esta parte del cuerpo es muy sensible y está en constante contacto con el aire, por lo que la calidad y el estado de éste influye constantemente en el cutis.
Los componentes del aire de este fenómeno meteorológico son agentes externos agresivos para la dermis, que es un órgano vivo y susceptible ante cualquier cambio o alteración. De este modo algunas de las consecuencias de la calima para la piel pueden ser:
-Irritación
-Aumento de la sensibilidad
-Sequedad
-Tirantez
-Deshidratación
-Más producción de sebo en casos de piel grasa
Cabe destacar que las personas con problemas dermatológicos como dermatitis atópica, rosácea, piel con acné, eccemas o psoriasis pueden estar expuestos a que sus síntomas empeoren notablemente.
Además de cuidar la salud manteniendo la mascarilla como método para evitar respirar el menor aire con polvo posible, hay algunos consejos a tener en cuenta en materia de cuidado de la piel frente a la calima.
Cómo cuidar la piel de la calima
Un cuidado de la piel requiere de dedicación diaria, alimentación adecuada y buenos hábitos como ser activo y dormir bien. Pero centrándonos en los efectos de estas partículas de polvo sahariano en suspensión que nos afectan estos días, una de las mejores recomendaciones es mantener una buena hidratación.
Tener la piel bien hidratada, con los productos que mejor funcionen según cada cutis, es crucial para que la dermis sea resistente a los agentes externos que la perjudican y a las variaciones del aire. También se debe tener en cuenta la acción desde dentro, es decir, bebiendo agua en cantidad suficiente para mantener la hidratación y que se refleje en nuestra piel.
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