Las necesidades nutricionales de las mujeres van cambiando a lo largo de las diferentes etapas y más aún cuando se acerca la madurez y la temida menopausia.
Etapas que comienzan ya con la propia menstruación y en las que es necesario saber gestionar los diferentes desequilibrios nutricionales que se producen, cuidando más que nunca de la alimentación, de las vitaminas y los minerales que le proporcionamos a nuestro organismo.
Precisamente por ello y porque en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística, existen más de ocho millones de mujeres que están pasando o han pasado la menopausia, esta vez queremos hablarte de la importancia de la vitamina D para el sistema inmunológico de quienes se encuentran en torno a los 50 años.
Un tipo de vitamina que no es fácil de obtener, ya que nuestro cuerpo no la produce de forma natural, y que en esta etapa es fundamental para prevenir diferentes enfermedades y déficits en el organismo.
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Vitamina D a partir de los 50
La vitamina D es muy importante en las mujeres a partir de los 50 debido a que, a medida que envejecemos, nuestro cuerpo tiene cada vez más dificultades para producirla y absorberla.
Esto unido a que las mujeres durante la menopausia y después de ella, tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas óseas debido a la disminución de los niveles de estrógeno, la convierten en una vitamina fundamental para prevenirla.
La razón de que sea así, es que la vitamina D ayuda a que nuestro cuerpo pueda absorber el calcio necesario y fortalecer los huesos, lo cual puede disminuir el riesgo de fracturas, y ayudar a mantener una buena salud ósea en las mujeres cuando alcanzan la madurez.
Algunos estudios la asocian también a una reducción del riesgo de sufrir enfermedades crónicas cardíacas, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer vinculados a las mujeres a partir de estas edades. De hecho, un estudio publicado en Endocrinology encontró relación entre el déficit de esta vitamina y un mayor riesgo de metástasis en casos de cáncer de mama en mujeres.
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Pero a pesar de sus beneficios, es importante destacar que la cantidad adecuada de vitamina D puede llegar a variar según factores individuales, como la edad, la exposición al sol, la dieta y la salud en general de cada persona. Por lo tanto, antes de decidir si tomar o no suplementos de este tipo de vitamina es recomendable consultar con un profesional de la salud.
Beneficios de la vitamina D
Es evidente que el papel por lo tanto de la vitamina D en la edad adulta es fundamental. Varios estudios han vinculado este nutriente con numerosos beneficios para las mujeres. Uno de ellos, es el realizado por el departamento de medicina de la Universidad de Sevilla publicado en la Revista de Osteoporosis y Metabolismo Mineral. A continuación enumeramos algunos beneficios:
- Función inmunológica: La vitamina D ayuda a mantener un sistema inmunológico saludable, lo cual puede ayudar a prevenir infecciones y enfermedades.
- Reducción del riesgo de enfermedades crónicas: Existe evidencia que sugiere que la vitamina D puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como también de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
- Mejora el estado de ánimo: Algunas investigaciones sugieren también que la vitamina D puede desempeñar un papel en la regulación del estado de ánimo y reducir el riesgo de depresión en mujeres.
Cómo aumentar sus niveles
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Existen varias formas de aumentar los niveles de esta vitamina en el cuerpo empezando por la simple exposición al sol.
Esta es la principal fuente de vitamina D, ya que cuando la piel se expone directamente al sol produce vitamina D. En cuanto a la necesidad de exposición necesaria, esta depende de varios factores como la edad, la ubicación geográfica, la hora del día o el color y la sensibilidad de la piel.
También podrás incorporarla a través de tu dieta con alimentos como pescados grasos (salmón, caballa, atún...) y también en productos fortificados como la leche, los cereales y los zumos.
Los suplementos de vitamina D también pueden ayudar a aumentar los niveles de esta vitamina en el cuerpo. Aún así, conviene hablar antes con un médico para asegurarse de hacerlo de forma saludable y adecuada para cada persona.