La pequeña llegó al mundo en una de las ciudades que más ha sufrido las consecuencias de la guerra civil siria. Un bombardeo aéreo, presumiblemente del Ejército sirio, el pasado 18 de septiembre dañó varias casas en una zona residencial de Alepo, incluido el hogar de Amira y sus hijos, relata el canal estadounidense CNN, que ha podido hablar con testigos y médicos que conocen su historia.
Amira resultó herida en el rostro y el cuerpo, al igual que tres de sus hijos. En realidad, cuatro de ellos, pues estaba embarazada de nueve meses y la metralla atravesó su piel y el útero para ir a parar a la frente de su pequeña.
“Llegó rodeada de sus tres hijos heridos. Estaba sangrando en varias partes de su cuerpo, incluida su tripa”, ha explicado Abu Louie, el portavoz del Hospital Mashfa al Midani.
Al temer por la vida de Amira y de su pequeña, los médicos decidieron practicarle una laparotomía (una operación quirúrgica que consiste en abrir las paredes abdominales y el peritoneo, según la RAE).
Lo que se encontraron fue una niña con metralla alojada en su frente, justo por encima de su ojo izquierdo, pero estaba viva y sana.
“No sabemos si la bebé salvó a su madre de la metralla o si la madre salvó a su hija”, ha admitido un médico en declaraciones a la CNN. “Lo que todos sabemos es que el diabólico régimen intentó matar a ambas”, zanja. Un anestesiólogo ha comentado a la cadena estadounidense que "la metralla es una cosa diaria. Ha matado a mujeres, niños y ancianos. Esto muestra la desesperación de la situación".
7,6 millones de niños necesitan ayuda
Amel (Esperanza), al igual que Aylan (el pequeño -también sirio- de tres años tendido en la playa tras morir en su travesía hacia Europa) son las imágenes que ya quedarán para la historia de una guerra que desde su comienzo en marzo de 2011 tras la Primavera Árabe se ha saldado ya con al menos 220.000 muertos, según datos de la ONU.
UNICEF destaca que en Siria y los países vecinos hay 7,6 millones de niños que necesitan ayuda y ha pedido la inversión de más de 12,5 millones de euros para apoyar a los niños refugiados y migrantes en Europa, ante el aumento en un 80% del número de niños que están en tránsito en el Viejo Continente, mucho de ellos huyendo de los conflictos en Siria, Iraq y Afganistán.
Un total de 133.000 niños ha pedido asilo en la Unión Europea entre enero y julio de 2015 (una media de 19.000 niños al mes), según los últimos datos del Eurostat recogidos por Unicef. Uno de cada cuatro demandantes de asilo es un niño.
“Con tantos niños en tránsito, y con el invierno aproximándose a Europa, nuestra prioridad tiene que ser ocuparnos de estos niños ahora”, ha declarado Marie-Pierre Poirier, coordinadora especial de UNICEF para la crisis de los refugiados y migrantes en Europa. Y ha añadido que no solo es importante velar por su salud y seguridad, sino también "para que sus derechos y dignidad se respeten completamente”.