Los ministros del Interior de la Unión Europea han respaldado este jueves un plan de acción cuyo objetivo es acelerar las repatriaciones a su país de origen de los inmigrantes irregulares llegados a territorio comunitario. Los Veintiocho endurecen su respuesta a la crisis de los refugiados y tratan de superar así las divisiones que provocó el reparto de cuotas de demandantes de asilo.
"Hay que proteger a los que necesitan protección internacional, pero los que no la necesitan tendrán que volver a sus países de origen", ha señalado el ministro del Interior luxemburgués, Jean-Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE. "No hay ningún país en el planeta que pueda decir que está preparado, con todas las consecuencias, para acoger a todos los que llaman a su puerta. Por eso se necesita la política de retorno", ha sentenciado.
El aumento de las deportaciones y el refuerzo de las fronteras exteriores eran las contrapartidas exigidas por los países más duros, en particular los del este, a cambio de aceptar las cuotas de refugiados adjudicadas por Bruselas. "Cuando se han negociado decisiones de relocalización (de refugiados), la condición que ha permitido a muchos delegaciones aceptarlas era que el Consejo se ocuparía rápidamente de políticas de retorno y readmisión", ha admitido el ministro luxemburgués.
Oficina de retorno
Para el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, no hay ninguna contradicción entre el reparto de refugiados y el aumento de las repatriaciones y los controles fronterizos. “Lo que se hace ahora es complementario de lo anterior, no desdice ni desmiente las decisiones anteriormente adoptadas”, ha alegado.
En la actualidad, sólo el 40% de los inmigrantes irregulares detectados en la UE acaba regresando a su país de origen. El objetivo de los ministros es mejorar la eficacia del sistema comunitario de repatriaciones. Para ello, el plan de acción prevé crear de inmediato una oficina europea de retorno dentro de la Agencia de Control de Fronteras (FRONTEX). Ésta se encargará además de organizar vuelos conjuntos para repatriar inmigrantes irregulares. Para el mes de octubre ya hay previstos 10 vuelos de FRONTEX, una cifra que a juicio del comisario de Inmigración, el griego Dimitris Avramopoulos, todavía “no es suficiente”.
“En materia de retorno, Europa debe mejorar”, ha reclamado la ministra de Interior británica, Theresa May, otra de las representantes de la línea dura durante la crisis de los refugiados. “Debemos enviar a los inmigrantes económicos a sus países de origen, tenemos que acabar con los que abusan de nuestros sistemas de asilo”, ha insistido.
De aquí a 2020, la UE prevé destinar 800 millones de euros del presupuesto comunitario a políticas de deportación, según recoge el plan aprobado por los ministros. “La UE y sus Estados miembros deben hacer más en materia de retorno. Un aumento de las tasas de retorno debería actuar como medida disuasiva para la inmigración irregular”, señala el texto. “Deben utilizarse todas las medidas para garantizar la repatriación efectiva de los inmigrantes irregulares, incluyendo el uso de la detención como media legítima de último recurso”, añade.
Control de fronteras
Por lo que se refiere al control de las fronteras exteriores, la mayoría de los Estados miembros ha apoyado “reforzar de forma sustancial” el mandato de Frontex. “Todo el mundo sabe que si las fronteras exteriores no se gestionan bien, si el caos persiste, la consecuencia será que todos los países sentirán en algún momento una presión enorme para reintroducir controles en las fronteras nacionales y eso sería el final de Schengen”, ha dicho el luxemburgués Asselborn.
El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, ha apoyado la idea de la Comisión de crear un cuerpo europeo de guardias fronterizos y costeros de la UE. Una propuesta que de momento no cuenta con el respaldo expreso del Gobierno español. El secretario de Estado de Seguridad ha apostado en su lugar por “el fortalecimiento de las capacidades y competencias” de Frontex, también en materia de repatriaciones.
Los ministros han pasado revista a los preparativos para iniciar la relocalización de 160.000 refugiados llegados a Italia y Grecia que se decidió en julio y en septiembre. El reparto comenzará este viernes con un primer contingente de 20 demandantes de asilo, de nacionalidad eritrea, que viajarán de Italia a Suecia. Martínez ha dicho a sus colegas que España ya está preparada para acoger a los primeros 50 refugiados de su cuota. Además, el Gobierno de Rajoy enviará medio centenar de funcionarios de policía y del ministerio de Empleo para ayudar a Grecia e Italia en la gestión de los refugiados.