El “Puente de Jean Monnet” unirá África con Europa a lo largo de 230 kilómetros, desde la localidad costera Al Huwariyah en Túnez hasta Agrigento en Sicilia. La obra, que lleva el nombre de uno de los padres de la Unión Europea, será la “arteria de la vida” que unirá ambos continentes y cuya construcción comenzará en 2017, desde ambos lados. “El puente facilitará un viaje seguro y libre y evitará no solo las muertes masivas en el Mediterráneo, sino que también acabará de una vez por todas con traficantes y remolcadores de personas”.
La iniciativa del Gobierno austriaco y la constructora Strabag del mismo país no estará finalizada hasta 2030. Por ello, se ha empezado con la instalación de mil plataformas de rescate sobre el agua para ayudar en la llegada a Europa. Sería la “salvación de Europa”, reza el comunicado que anuncia esta gran construcción…
En realidad todo lo anterior es la utopía con la que soñaron los artistas activistas del grupo alemán Zentrum für Politische Schönheit (Centro para la Belleza Política) antes de decidir anclar en medio de aguas internacionales una plataforma de plástico simbólica para el rescate de quienes perecen en el intento de cruzar el mar que separa África y Oriente Medio de Europa. Le han dado el nombre de Aylan 1, en honor del pequeño que pereció en la costa turca y cuya foto tendido en la orilla de una playa ya muerto dio la vuelta al mundo.
El pequeño islote artificial tiene una capacidad para 60 personas en 36 metros cuadrados e incluye material de primeros auxilios, salvavidas, autoabastecimiento eléctrico por paneles solares, antena de comunicaciones para llamadas de emergencia y luces de posicionamiento.
Mil islotes de salvamento como éste (o más sofisticados según las previsualizaciones que muestra el vídeo) se podrían construir en 16 semanas por 20 millones de euros, según cálculos del colectivo. “Nos creemos muy avanzados. ¿Para qué tanta tecnología, este conocimiento, esta superioridad, si no está al servicio de la humanidad y salva vidas humanas?”, plantean desde la página web del proyecto 'Rettung-europas.at' (que significa "salvación de Europa").
“Por 75 euros (para contribuir a la financiación de la plataforma, obtén) un litro de agua del Mediterráneo. Lamentablemente puede contener trazos humanos”, advertía la página de búsqueda de financiación colectiva que el grupo habilitó para esta denuncia artística. Y como ésta, otras irónicas recompensas. La recaudación alcanzó 21.687 euros en una campaña para cubrir los 19.600 que costaba la plataforma Aylan 1. A cambio de las donaciones ofrecían varios “regalos”.
Mientras este islote de plástico azul permanece en el Mediterráneo hace ya un mes, nuevas víctimas han perdido la vida en el mar y la Unión Europea solo ha reubicado a 116 personas de los 160.000 refugiados acordados. En total, más de 762.000 migrantes y solicitantes de asilo han llegado a la UE en lo que va de año a través del Mediterráneo.