El Estado Islámico confirma que derribó el avión ruso que cayó el 31 de octubre sobre la península egipcia del Sinaí con 224 personas a bordo. El grupo terrorista ha publicado en su revista Dabiq las pruebas del atentado: una bomba de fabricación casera construida con una lata de refresco, que fue introducida en el aparato. Los terroristas cifran en 50 dólares la construcción del mecanismo explosivo.
En el último número de la publicación propagandística que el grupo edita en inglés, los yihadistas muestran una imagen del supuesto artefacto explosivo fabricado con una lata de refresco y lo que parece ser un detonador, y un interruptor y varios cables para activar la bomba.
¿Cómo paso la bomba los controles?
En la publicación Dabiq, los radicales no explican cómo consiguieron introducir la bomba casera en el avión, ni cómo la detonaron. Tampoco precisan si fue activada desde el aparato por alguno de sus miembros.
También han difundido una fotografía en la que se ven unos documentos de identidad supuestamente pertenecientes a los pasajeros del Airbus A321, que el grupo habría recogido en el lugar del siniestro antes de que llegaran las fuerzas de seguridad egipcias.
"Después de haber descubierto la forma de poner en evidencia la seguridad del aeropuerto de Sharm al Sheij y de haber decidido derribar un avión de alguna nación de la coalición occidental liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico, el objetivo (del ataque) fue cambiado al avión ruso", explica el EI.
Respuesta a los bombardeos de Rusia
Los yihadistas detallan que la decisión fue adoptada después de que el 30 de septiembre "los rusos decidieran apoyar al régimen de Bachar al Asad en la guerra contra los musulmanes de Siria".
Rusia, aliada del presidente sirio, inició entonces una campaña de bombardeos en Siria, en la que supuso su primera intervención militar directa desde el inicio del conflicto en el país árabe, en marzo de 2011.
La rama egipcia del EI, denominada Wilayat Sina, reivindicó en dos ocasiones el derribo del avión ruso en la península del Sinaí, donde tiene su base este grupo, a través de sendos comunicados.
El martes, los servicios de inteligencia rusos reconocieron que el aparato de la compañía MetroJet, que se estrelló poco después de despegar de la localidad turística de Sharm al Sheij, explotó debido a una bomba colocada en su interior.
"En el vuelo explotó un artefacto de una potencia de 1,5 kilos de trilita. Como resultado, el avión se desintegró en el aire", indicó el martes el jefe del Servicio Federal de Información (FSB, antiguo KGB), Alexánder Bortnikov.