Aviones F-16 turcos han derribado un avión de combate a primera hora del martes después de que violara el espacio aéreo turco y no respondiera a al menos diez advertencias, según informó un responsable militar turco que no reveló en un primer momento la nacionalidad del aparato.
Minutos después, el Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado que el avión derribado era un cazabombardero ruso Su-24 y que enviaba helicópteros a la zona en misión de rescate. El ministerio ruso ha aclarado que el aparato volaba a 6.000 metros de altitud y niega que violase el espacio aéreo de Turquía. "Durante el vuelo, el avión permaneció todo el tiempo sobre el territorio de Siria, como quedó registrado en los radares", afirman las autoridades rusas.
Dos pilotos muertos
El Kremilin ha confirmado la muerte de dos pilotos. "La tripulación (del Su-24) se lanzó en paracaídas. Según datos preliminares, uno de los pilotos murió en el aire por disparos efectuados desde tierra", informó un portavoz del Estado Mayor del Ejército ruso a medios locales. El otro cayó en manos de las fuerzas turcomanas (sirios de ascendencia turca), pero ha sido rescatado vivo por las fuerzas especiales sirias y trasladado el miércoles al aeropuerto militar de Hamimim, en la provincia siria de Latakia (noroeste), según señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El segundo fallecido es un piloto de uno de los dos helicóptero Mi-18 que Rusia ha enviado a Latakia, para intentar rescatar al segundo piloto del Su-24.
Un "golpe a traición", según Putin
Durante su encuentro con el rey Abdalá II de Jordania, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el suceso de "golpe a traición". "Este suceso se sale de los marcos de la lucha contra el terrorismo. Pero la pérdida de hoy está vinculada con un golpe que nos han dado a traición cómplices del terrorismo", ha dicho el mandatario.
Además, volvió a subrayar que el avión ruso derribado no amenazaba a Turquía, sino que realizaba una operación contra el Estado Islámico en el territorio de Siria, concretamente en una zona montañosa del norte de la provincia de Latakia, "donde se concentran guerrilleros procedentes sobre todo de Rusia".
El líder ruso advirtió de que "este trágico acontecimiento tendrá graves consecuencias para las relaciones ruso-turcas" y criticó a Ankara porque, en vez de entablar contacto con Moscú, "la parte turca se dirigió a sus socios de la OTAN para abordar este incidente". "Como si nosotros hubiéramos derribado un avión turco y no ellos uno nuestro", dijo Putin y se preguntó: "¿Quieren poner a la OTAN al servicio del Estado Islámico?". "Nunca permitiremos que se cometan crímenes como el de hoy", zanjó el jefe del Kremlin.
Por su parte, Estados Unidos se ha desmarcado de este episodio calificándolo como un incidente bilateral. El portavoz de la coalición contra el Estado Islámico, Steve Warren, ha aclarado que lo ocurrido no afecta a sus operaciones.
El incidente
El derribo se ha producido en el norte de Siria en la región fronteriza turcomana. La cadena de televisión privada Haberturk y la agencia Reuters han obtenido imágenes del aparato en llamas, en los que también se puede comprobar que los pilotos lograron saltar del aparato.
Uno de los pilotos estaría en manos de los rebeldes turcomanos sirios de la localidad fronteriza de Bayirbucak, según ha informado la cadena de televisión CNN Turk citando fuentes locales. Jefes rebeldes sirios han comunicado a las agencia Reuters y AP que el segundo piloto ha muerto abatido por sus disparos mientras descendía.
Fotografías y vídeos del cadáver de un piloto ruso circulan por la red presuntamente subidas por los propios rebeldes pero no han sido confirmadas oficialmente.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha calificado el incidente como "muy serio" aclarando que es demasiado pronto como para sacar conclusiones.
El primer ministro de Turquía Ahmet Davutoglu dio instrucciones al Ministerio de Exteriores para elevar a la OTAN y la ONU el incidente. La Alianza Atlántica acordó una reunión de emergencia para tratar el incidente.
Se trata del primer avión que pierde la agrupación de las Fuerzas Aeroespaciales rusas que bombardea posiciones de grupos terroristas en Siria en apoyo del Gobierno de Damasco desde el pasado 30 de septiembre.
Ankara ha denunciado varias violaciones de su espacio aéreo y advirtió a Moscú que derribaría los aviones rusos que volvieran a entrar sin autorización en territorio turco.
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