Tras casi dos meses de crisis política, el presidente portugués, el conservador Aníbal Cavaco Silva, ha decidido encargarle el Ejecutivo al socialista António Costa. Por primera vez en la historia democrática de Portugal no gobernará el partido más votado, sino un gobierno apoyado por una mayoría parlamentaria de socialistas, marxistas del Bloque de Izquierda (BE) y los comunistas lusos (PC), en lo que supone un claro giro a la izquierda después de cuatro años de políticas de austeridad.
Pocos minutos después de la conclusión de su segunda reunión con Costa esta semana, la oficina del presidente ha explicado su decisión en un comunicado:
“El Presidente de la República ha tomado debida nota de los acuerdos firmados entre el Secretario General del Partido Socialista y el Bloque de Izquierda, el Partido Comunista Portugués y el Partido Ecologista ‘Los Verdes’ para dar estabilidad y durabilidad a un Gobierno minoritario socialista”.
La sobriedad y brevedad del comunicado, en el que además de estas líneas solo incluye la petición de formar gobierno a Costa, escenifica las reticencias del presidente al entregarle el Ejecutivo a una alianza que ha tachado anteriormente de “inconsistente” y sin “garantías de una solución alternativa, estable, duradera y creíble”.
Su decisión llega después que el líder socialista respondiera a una serie de seis cuestiones formuladas por Cavaco Silva sobre los acuerdos alcanzados entre los partidos de la izquierda. Entre otros asuntos, el presidente pedía que el político clarificara la posición del futuro gobierno de cara al pago de las deudas del país, además de los compromisos suscritos entre Portugal con la Unión Europea y la OTAN.
El Gobierno del cambio
Apenas unas horas después del nombramiento de Costa, los medios lusos han difundido los nombres de quienes formarán parte del “Gobierno del cambio”, que serán nombrados en los próximos días. Con la excepción de las carteras de Defensa y Cultura, todos los medios coinciden en los nombres, filtrados por fuentes del Partido Socialista. Todos son afiliados al PS, excepto la responsable de Justicia, que es independiente.
Finanzas: Mário Centeno. Como ya era de prever, el economista y exfuncionario del Banco de Portugal ocupará el Ministerio de Finanzas en la emblemática Praça do Comércio, desde dónde gestionará “el fin de la austeridad” en Portugal. EL ESPAÑOL publicó recientemente una entrevista con él en la que anunciaba ya que "la austeridad ha llegado a su fin".
Adjunto al primer ministro: Eduardo Cabrita. El jurista socialista destaca por un episodio notorio el año pasado, cuando protagonizó un rifirrafe con el secretario de Estado de Asuntos Fiscales del anterior Ejecutivo, arrancándole el micrófono de la mano al político conservador en medio de una comparecencia en el Parlamento al considerar que estaba mintiendo.
Asuntos Exteriores: Augusto Santos Silva. La cartera de Negocios Extranjeros –equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores español– irá al hombre que casi lo ha sido todo, ya que Santos Silva ha sido ministro de Educación (2000-2001), Cultura (2001-2002), Asuntos Parlamentarios (2005-2009) y Defensa Nacional (2009-2011) bajo los gobiernos de António Guterres y José Sócrates. Doctor en Sociología y Catedrático de Economía en la Universidad de Oporto, podría generar dolores de cabeza para Costa dada su conexión con los escándalos de la era Sócrates.
Presidencia y Modernización Adminsitrativa: Mª Manuel Leitão Marques. La excoordinadora de Simplex –la iniciativa que buscaba la racionalización de la administración y legislación lusa– tendrá como objetivo reformar el funcionamiento interno del Estado desde esta cartera.
Justicia: Francisca Van Dunem. Una de las grandes novedades del Gobierno es la actual procuradora general del distrito de Lisboa, que será la primera mujer negra en ser titular de un ministerio portugués. Nacida en Luanda, en la entonces provincia de ultramar de Angola, Van Dunem participó en la lucha anticolonial, en la que uno de sus hermanos era un líder destacado. Se vino a estudiar derecho en Lisboa y decidió quedarse después de que otro hermano muriera asesinado en una purga gubernamental en la que desaparecieron miles de angolanos. Como fiscal general ha destacado por sus esfuerzos para racionalizar el sistema judicial de la capital portuguesa.
Administración Interna: Constança Urbano de Sousa. La segunda mujer del Gobierno Costa fue consejera y coordinadora de la Unidad de Justicia y Asuntos Internos en la Representación Permanente de Portugal en la Unión Europea. Respetada jurista, es Profesora Asociada de Derecho Comunitario en la Universidad Autónoma de Lisboa y experta en temas de inmigración y asilo.
Planificación e Infraestruturas: Pedro Marques. Quien fuera secretario de Estado de la Seguridad Social bajo el Gobierno Sócrates será el encargado de gestionar los fondo europeos que reciba Portugal.
Economía: Manuel Caldeira Cabral. El Profesor de Gestión de la Universidad del Miño ha sido una de la voces más destacadas de los socialistas en esta materia en el Parlamento.
Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social: José António Vieira da Silva. Ministro de Innovación y Desarrollo (2009-2011) del Gobierno Sócrates, Vieira de Silva fue señalado como candidato a la cartera de Finanzas, pero al final Centeno se llevará ese puesto clave en el Ejecutivo.
Sanidad: Adalberto Campos Fernandes. El gestor hospitalario y experto en políticas de sanidad se hará cargo de esta cartera.
Educación: Tiago Brandão Rodrigues. Con apenas 38 años, el joven investigador bioquímico estuvo fuera del país 15 años, investigando sobre oncología en Cambridge. Revindica devolver la ciencia a un puesto central en la sociedad.
Ciencia, Tecnología y Educación Superior: Manuel Heitor. Catedrático de Ingeniería Mecánica del prestigioso Instituto Superior Técnico, ya fue secretario de Estado de Ciencia, Tecnología y Educación Superior en el Gobierno Sócrates.
Medio Ambiente: João Pedro Matos Fernandes. El ingeniero Civil y responsable del ciclo integral del agua en Oporto se hará cargo de esta cartera.
Agricultura: Capoulas Santos. Político histórico de las filas socialistas, Santos repetirá como ministro de Agricultura, cargo que ya ocupó entre 1999 y 2002.
Mar: Ana Paula Vitorino. Vitorino fue secretaria de Transportes bajo el Gobierno Sócrates; protagonizó un escándalo menor en 2012 cuando fue revelado que había sido la amante del presidente de REFER, la red ferroviaria lusa, durante el periodo en el que su Secretaría tutelaba a la empresa pública.
Defensa: En esta cartera existen dudas, ya que los medios lusos dan dos nombres por buenos. TSF y SIC Noticias hablan de Azeredo Lopes, el jefe de gabinete del Alcalde de Oporto, que antiguamente estaba encargado de la Entidad Reguladora de Comunicación Social. Sin embargo, el Diario Expreso habla del veterano político Miranda Calha, que ha sido presidente de la Comisión de Seguridad y Defensa de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN.
Cultura: Aquí también hay dudas en las informaciones filtradas. TSF y SIC apuntan a João Soares, alcalde de Lisboa entre 1995 y 2002. Sin embargo, Expreso indica que fuentes dentro del PS señalan a la exministra de Cultura Gabriela Canavilhas, que repetiría el cargo desempeñado entre 2009 y 2001, o la actriz y diputada socialista Inês de Medeiros.
Una nueva etapa
El nuevo Ejecutivo socialista se compromete, entre otras medidas, a eliminar los recortes a los salarios de los funcionarios públicos, eliminar la sobretasa sobre la renta de las personas físicas, aumentar el salario mínimo hasta alcanzar los 600 euros mensuales y anular el proceso de privatización de la gestión de los transportes de Lisboa y Oporto.
La semana pasada la mayoría parlamentaria de la izquierda ya aprobó legalizar la adopción por parte de parejas homosexuales y derogó la controvertida Ley del Aborto aprobada por el anterior Gobierno conservador.
En declaraciones a EL ESPAÑOL desde las filas de la derrocada coalición conservadora, el diputado del Partido Social Demócrata Luis Leite Ramos ha declarado sentirse “preocupado, dado el riesgo enorme que este nuevo Gobierno supone para el futuro económico de Portugal”.
“Acabamos de recuperar la credibilidad. Ahora llega un Ejecutivo con un pecado original: el de haber nacido a través de la violación de la tradición democrática de este país, robando el Gobierno a quienes ganaron las elecciones”, ha añadido. “Nosotros estaremos a la altura, seremos una oposición responsable, pero nunca dejaremos de recordar la falta de legitimidad política y ética de la izquierda”.
Por su parte, el próximo ministro de Finanzas, Mário Centeno, celebra la resolución de la crisis política, a la vez que lamenta que la indecisión del presidente de la República a lo largo de los últimos dos meses complique el futuro del país.
“No es que esta crisis política haya durado tanto tiempo: infelizmente nuestra historia política revela que esto no ha sido extraordinario. El problema es que este inmovilismo ha tenido lugar en un momento especialmente sensible para nuestra economía”, explica el exfuncionario del Banco de Portugal.
“No teníamos tiempo para esto. Los Presupuestos Generales para 2016 tenían que ser aprobados en octubre, y estamos a una semana de diciembre. Y hay legislación comunitaria que cambia el primero de enero –normas de la Unión Bancaria, por ejemplo–, y que requería mayor preparación de la que será posible ahora”.
“Ahora tenemos muchísimo que hacer en muy poco tiempo”, concluye Centeno. “Portugal va llegar muy justo, e incluso tarde a muchas cosas, por culpa de esta crisis política innecesaria”.