Trece personas han muerto y 20 han resultado heridas en Túnez capital según el último informe del Ministerio de Salud al explotar el autobús militar en el que viajaban en la tarde de este martes. La mayoría eran agentes de la seguridad presidencial y el Gobierno decretó el estado de emergencia por la noche.
En marzo de este mismo año, Túnez sufrió el ataque de dos terroristas del autodenominado Estado Islámico en un museo de la capital. Mataron a 19 personas, dos de ellas españolas, y los dos atacantes resultaron muertos.
El 26 de junio, un doble atentado contra sendos hoteles (uno de ellos de la cadena española Ríu) en la ciudad costera de Susa acabó con la vida de 38 turistas y un terrorista. También entonces se decretó el estado de emergencia, recuerda Efe. El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó el ataque en aquella ocasión.
El ataque de este martes no tenía un objetivo occidental ni turístico, sino a la guardia presidencial. El Estado Islámico ha reivindicado el atentado este miércoles.
"Según los detalles preliminares, el atacante llevaba un bolso en su espalda. Tenía un abrigo y portaba unos cascos. Se inmoló justo en la puerta de acceso al autobús con explosivos militares", ha explicado el miércoles por la mañana Hichem Gharbi, responsable de la seguridad presidencial, a la prensa tunecina.
Solo un día antes del ataque al autobús, el grupo yihadista Yund al Yilafa, afín al Estado Islámico, hizo pública la decapitación de un pastor tunecino de 16 años en un vídeo. Advertían precisamente contra todos los “colaboradores” de la Guardia Nacional, que combate a los yihadistas en la frontera con Argelia.
Ataque al éxito de la Primavera Árabe
Túnez es el país que vio nacer la llamada Primavera Árabe que en 2011 llevó a la revolución pacífica en busca de democracia en varios países del norte de África y Oriente Medio. También es el único país en el que las protestas ciudadanas han llevado a una transición democrática con éxito y sin derramar sangre.
Precisamente este año el llamado Cuarteto de Diálogo Nacional de Túnez, formado por organizaciones civiles, ha recibido el premio Nobel de la Paz por “su contribución decisiva para lograr la democracia plural y duradera de la que disfruta ahora Túnez”.
Piensan que no somos muy creyentes y la modernidad les molesta
Este país mediterráneo recibe apoyo económico y asesoramiento político de países occidentales, entre los que destacan Francia, Alemania y España, como indicó entonces a EL ESPAÑOL Mohamed Dhraief, dirigente del laboratorio socioeconómico del partido Afek Tounes, una formación con tres ministros en el actual Gobierno tunecino.
Jihen Maatoug, abogada tunecina que pertenece a uno de los colectivos premiados por el Nobel (la orden nacional de abogados) y fue activista de la Primavera Árabe, no duda de que los terroristas atacan Túnez precisamente por su transición exitosa: “Piensan que no somos muy creyentes y la modernidad les molesta”. Además, opina, al estar en medio del Magreb, conseguir hacerse un hueco en Túnez les abriría camino a Marruecos y Argelia.
En diciembre, se cumplirá un año desde que Túnez celebrara la primera elección democrática de su presidente, el laico Beji Caid Esebsi. Precisamente a él le recibió François Hollande al día siguiente de los atentados en París que segaron la vida de más de 130 personas, sin que estuviera planificado en su agenda previamente.
Caid Esebsi fue recibido en el Elíseo por petición propia – recogía el Huffington Post Maghreb- para expresar su solidaridad con el pueblo francés, el mismo que más ayuda financiera ha prestado a Túnez en su proceso democrático junto con Alemania.