Cuando un grupo de terroristas irrumpieron en la sala Bataclan, uno de los ataques que los yihadistas perpetraron casi simultáneamente en París la semana pasada, la banda Eagles of Death Metal estaba tocando en el escenario. Algunas de las personas que murieron en el ataque contra la sala parisina estaban escondidas en el camerino del grupo. En una entrevista con el portal VICE que ahora se emite al completo en su página web, el líder de la banda californiana, Jesse Hughes, relata el horror que vivieron como espectadores de la masacre y asegura que quieren ser los primeros en tocar cuando la sala reabra sus puertas.
"Quiero que seamos el primer grupo en actuar en Bataclan cuando reabra". "Nuestros amigos que estaban allí murieron. Yo voy a volver y a vivir", ha indicado el cantante emocionado. "Estoy ansioso por volver a París. Estoy ansioso por tocar. Quiero volver".
Es la primera vez que algún miembro del grupo habla sobre los tiroteos. "Varias personas se escondieron en nuestro camerino y los asesinos pudieron entrar y mataron a cada uno de ellos, salvo a un niño que se había escondido debajo de mi chupa de cuero", ha explicado Hughes, al borde de las lágrimas, tal y como se puede ver en un extracto de la entrevista publicado por el propio portal.
"La gente se hacía la muerta y estaban muy asustados", añade Hughes. "Una razón por la que murieron tantos es porque muchos no quisieron dejar a sus amigos", ha añadido. En un comunicado publicado en su página de Facebook la semana pasada, el grupo anunció que entre los muertos se encontraban Nick Alexander, su responsable de merchandising, y tres "camaradas" de la compañía discográfica, Thomas Ayad, Marie Mosser y Manu Pérez.