Mauricio Maci había prometido en su campaña presidencial que acabaría de inmediato con el llamado “cepo cambiario”, o sea las regulaciones en el mercado de cambios que llevaron a Argentina a un sistema demencial de cinco cotizaciones de divisas: oficial, comercio exterior, bolsa, turista, y paralelo o ‘blue’.
Una semana después de haber llegado a la Casa Rosada, el presidente ha cumplido con su compromiso. Este miércoles ha ordenado cancelar el “cepo” y unificar la cotización de la moneda. Se calcula que este jueves el mercado establecerá un valor de 14 a 14,50 pesos por dólar.
Si los compradores y vendedores confirmaran esa nueva cotización –hasta hoy, el oficial 9,80 pesos- se concretará una fuerte devaluación de alrededor de 45 por ciento, la mayor depreciación del peso desde la quiebra de Argentina en la debacle del 2001-2002 con el impago de la deuda pública y el corralito bancario.
“Heredamos una situación compleja, estamos empezando a ordenar la economía y dando el puntapié para ponerla en crecimiento”, ha anunciado en rueda de prensa el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay. Y juzgó que “el cepo mató la gallina de los huevos de oro" en referencia a las exportaciones del sector rural.
"Van a aparecer los dólares que estaban debajo del colchón"
El funcionario aseguró que con las nuevas reglas las compañías exportadoras de cereales liquidarán "400 millones de dólares por día durante las próximas 3 semanas", lo que representaría un ingreso de 2.000 millones de dólares semanales para el banco Central. “También van a aparecer los dólares que estaban debajo del colchón", aseguró.
“Con el cepo cayeron a la mitad las reservas, se estancó la economía, el empleo, y se ahogaron las economías regionales", denunció el ministro.
“A partir de mañana cualquier persona que quiera comprar moneda extranjera podrá hacerlo a través de su cuenta bancaria", hasta dos millones de dólares por mes, puntualizó. Y también especificó que “no hay límite para adquirir divisas para importar".
Prat Gay adelantó que Argentina esperan ingresos procedentes de "varias vías de financiamiento", por parte de bancos extranjeros –uno de ellos el español Santander- de "un rango de 15.000 a 25.000 millones de dólares" en un compromiso de adelantar dólares a cambio de futuros compromisos de inversión.
"El precio del dólar lo va a decidir el mercado"
El ministro puso de relieve que "el tipo de cambio fluctuará dentro de un sistema que los economistas llamamos flotación sucia", es decir con una intervención leve de parte de la autoridad monetaria, el banco Central, para evitar corridas bancarias.
“El precio del dólar lo va a decidir el mercado. Pero va a haber un Banco Central con las herramientas necesarias para intervenir si el dólar sube mucho o baja mucho", previno.
El llamado “cepo” cambiario regía desde noviembre de 2011, cuando el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, le propuso aplicarlo a la presidenta Cristina Fernández, viuda de Kirchner, para frenar la constante caída de reservas del Banco Central.
“Los que pretendan ganar plata con una devaluación que tenga que pagar el pueblo van a tener que esperar a otro gobierno”, decía la presidenta peronista Cristina Fernández. Sin embargo, ella y Kicillof se vieron obligados a provocar un derrumbe del 23% en la cotización oficial del peso en enero de 2014.