“Adiós Moscú, que te quedas sin gente”. Esa frase, irónica en su versión original, obtiene un nuevo significado en la capital rusa que está viviendo un éxodo de comercios y oficinas sin precedentes.

Cuando a las cuatro de la tarde se oscurece - el día dura poco en diciembre en Moscú- muchas ventanas de plantas bajas de la céntrica calle Tverskaia, universalmente conocida por los turistas como Gorky Street en los tiempos de la URSS, se quedan sin luz. En poco más de un año, la principal arteria comercial moscovita que desemboca a la plaza Roja ha perdido casi un 80% de sus famosas tiendas, cafés y restaurantes. Entre los primeros en abandonar la lujosa arteria comercial moscovita ha sido la mayor tienda de Zara en Rusia.

La salida de los comercios se nota sobre todo en los barrios céntricos, más aun en la época de fiestas navideñas. Donde antes había tiendas, cafés y restaurantes aparecen anuncios "se vende” y “se alquila". La situación fuera del centro histórico es mejor, pero la tendencia sigue siendo la misma.

“El volumen de superficie vacante en el mercado de oficinas y comercios de Moscú marcó un récord en 2015. Hay cerca de tres millones de metros cuadrados, un 50% más que la cifra registrada en el 2009, en plena crisis financiera internacional, explica a EL ESPAÑOL Sergey Gipsh, socio y director regional de la consultora de propiedad comercial Knight Frank.

El metro cuadrado de alquiler baja en picado

Es justo la quinta parte de los 15 millones de metros cuadrados de locales para comercios y oficinas que actualmente hay en todo Moscú. Y eso que el precio de un metro cuadrado ha alcanzado la cifra más baja desde el año 2000. Según un informe de la consultora inmobiliaria internacional Cushman & Wakefield, el coste interanual de alquiler de una oficina de calidad, de acuerdo a los contratos firmados en 2015, es de unos 360 dólares (330 euros) por metro cuadrado. Es comparación con el año pasado esta cifra ha bajado un 30%.

Anuncio de "se alquila" sobre una casa en el centro histórico de Moscú VLADIMIR SOKOLOV

Ni siquiera la caída en picado de la construcción de edificios comerciales en Moscú ha podido frenar el aumento de los espacios vacantes. En 2015 la superficie total de oficinas puesta en explotación ha bajado a 640.000 metros cuadrados en comparación con 1,4 millones de metros cuadrados en 2014. Las previsiones para el año que viene son aun peores: la cifra bajará a 450.000 metros cuadrados. Sin embargo, incluso esta superficie sería superior a la demanda.

Denis Sokolov, socio y responsable del departamento de investigaciones de Cushman & Wakefield, explica que debido a la devaluación masiva del rublo respecto al dólar el mercado ha optado por primera vez en muchos años por facturar los precios del alquiler en la divisa nacional rusa. "El registro y el análisis de las tarifas será también en rublos desde el primer trimestre de 2016", asegura.

EL PETRÓLEO Y LAS SANCIONES

La principal causa de todas estas calamidades reside en la caída del precio de petróleo que ha perdido un 40% de su valor en lo que va del año. Las sanciones contra varios sectores de la economía rusa introducidas por la Unión Europea y EEUU a raíz de la anexión de Crimea por Rusia en 2014, así como la respuesta rusa en forma del embargo alimenticio han complicado aun más el clima de negocios en Moscú.

Sin embargo, hay cada vez más empresarios rusos que responsabilizan a las autoridades por el éxodo de los comercios. “Somos testigos de una lucha de varios clanes en el poder que están parasitando sobre la esfera de los negocios. Las sanciones occidentales no nos perjudican tanto como los nuevos impuestos y extorsiones que el Gobierno impone sobre una población que ha perdido casi la mitad de su capacidad adquisitiva en tan solo un año”, considera el empresario moscovita Dmitri Potápenko.

“Las autoridades hablan de estrategias para salir de la crisis y mejorar el clima de inversiones. Pero no se puede mejorar lo que no existe”, dijo Potápenko en una reciente intervención en el Foro Económico de Moscú cuyo vídeo se ha convertido en viral en las redes sociales rusas.