Parece un episodio aislado, pero la denuncia de dos transexuales de Dortmund que estuvieron a punto de ser lapidadas por tres jóvenes norteafricanos el pasado domingo puede prender nuevamente la mecha de las protestas raciales en Alemania. El país vive aún conmocionado por los centenares de agresiones, vejaciones y robos cometidos hacia mujeres durante la última Nochevieja.
El incidente, que se dio a conocer a través de la televisión regional SAT1.NRW, ocurrió cerca de la principal estación de tren de la ciudad, cuando ambos caminaban vestidos de mujer. Sin embargo, no fue hasta el viernes cuando se decidieron a denunciarlo. "En cuestión de segundos nos estaban zarandeando y empezaron a lanzarnos piedras de una pila de grava", relató Elisa, una de las víctimas.
Antecedentes por robos y agresiones
Los tres individuos fueron detenidos por los agentes de una patrulla de la policía que estaba cerca de la estación. Los detenidos, cuyos nombres no han trascendido, tenían entre 16 y 18 años y tenían antecedentes por robos y agresiones.
Un portavoz de la Policía, Kim-Ben Freigang, ha explicado que los sospechosos alegaron que "ese tipo de personas tienen que ser lapidadas". Medios alemanes han revelado que los agresores les gritaron "¡Putas, tenéis que ser lapidadas!" a Elisa y Yasmin.
Tras la agresión, Yasmine ha explicado que ha instalado una cámara de seguridad en su casa por miedo a nuevos ataques y asegura que es la primera vez en 30 años que se siente insegura por ser transgénero. "Lo que han hecho es una barbaridad. Son bárbaros", ha apuntado. "Lapidaciones... ¡en Alemania, en 2016!", ha señalado escandalizada.
Al parecer, en un primer momento, los jóvenes se les insinuaron, pero cuando se percataron de que eran transexuales, las agredieron con la intención de lapidarlas. La lapidación es utilizada en algunas sociedades musulmanas radicalizadas como método de ejecución. En estos entornos no se tolera la homosexualidad.