Una explosión provocada por los presos de una cárcel brasileña abrió un hueco en los muros del centro Frei Damião de Bozanno en la ciudad de Recife, dentro del estado brasileño de Pernambuco. Gracias a eso hasta 40 reclusos consiguieron fugarse el pasado sábado aunque la mayoría ya han sido capturados de nuevo.
EL ESPAÑOL ya explicó el estado de la cárceles brasileñas en el estado de Pernambuco, donde se ha delegado el control de celdas y pabellones a los propios reclusos.
La policía brasileña ha encontrado a 36 de los hombres que huyeron. Dos más fueron abatidos a tiros y murieron. Otro se encuentra ingresado en el hospital. Ya el miércoles anterior habían escapado 53 presos en el estado de Pernambuco y sólo 13 fueron capturados.
Una cámara de seguridad grabó el momento en el que los presos aprovecharon el hueco creado en el hueco del perímetro para escapar.
El Ministerio Público de Pernambuco ha pedido que se cierre el complejo y que se construyan unidades de menor capacidad.
El presidente del sindicato de agentes penitenciarios, Joao Carvalho, ha asegurado que "el Servicio de Inteligencia ya había conseguido aplacar tres intentos de fuga con anterioridad, pero en esta ocasión no ha sido posible".