"La protección de los derechos humanos tiende a desmoronarse", ha denunciado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, en la presentación del informe anual mundial de la organización. Y no sólo en los países que protagonizan habitualmente las denuncias en este sentido, como China, donde cientos de abogados siguen encerrados y amenazados según la ONG, o como en Siria, donde hay "bombardeos al estilo de la II Guerra Mundial de ciudades enteras".
En Reino Unido hoy se habla de revocar la legislación de derechos humanos, mientras que en Francia se ha prorrogado el estado de emergencia y se debate incluir la capacidad del Gobierno para decretarlo en la Constitución, ha ejemplificado Beltrán. "Es legítimo y está cubierto en las normas internacionales que haya un estado de emergencia (en un primer momento). El problema en el caso de Francia es que lo que es excepcional se convierte en cotidiano. Esto es una tendencia mundial", ha denunciado.
Una tendencia de la que tampoco sale bien parada España, por la limitación -según el informe- de la libertad de expresión y manifestación con la reforma del Código Penal y la nueva Ley de Seguridad Ciudadana.
Éstas son las cifras destacadas por Amnistía Internacional sobre el estado de los derechos humanos en el mundo:
122 o más son los estados que ejercieron torturas o malos tratos.
30 o más son los países que obligaron ilegalmente a personas refugiadas a retornar a sus países donde corrían peligro.
19 países o más en los que el gobierno o grupos armados cometieron crímenes u otras violaciones de las “leyes de la guerra”.
230.000 refugiados de Burundi viven huidos de su país en los territorios vecinos.
27.000 son las personas que permanecieron desaparecidas en México el año pasado.
18 son las personas acogidas en España en 2015 de las más de 17.000 refugiados llegados a Italia o Grecia que se comprometió a recibir.
3 es el porcentaje del presupuesto total de Naciones Unidas que van destinados a la defensa de los derechos humanos.
"Más de 70 años de duro esfuerzo y avances en materia de derechos humanos están en la cuerda floja", ha declarado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.