Al menos 37 personas han muerto y 125 han resultado heridas (19 de ellas en estado crítico) debido a una explosión registrada este domingo a las 18.35 hora local (16.35 GMT) en Ankara, según informó el ministro turco de Sanidad, Mehmet Muezzinoglu.

Por otra parte, el ministro turco de Interior, Efkan Ala, dijo en la misma comparecencia ante la prensa en Ankara que la explosión fue un "atentado terrorista" dirigido contra la población civil.

"Lo condenamos. Aquellos que lo perpetraron no van a conseguir sus objetivos", señaló el ministro tras precisar que la bomba explotó dentro de un coche en movimiento, con uno o dos suicidadas a bordo, justo al pasar por un autobús urbano.

La detonación se produjo en la céntrica zona de Kizilay, cerca del parque Güven. En la zona se ubica también una comisaría y la estación principal de autobuses de Ataturk Boulevard, además de muchos ministerios del gobierno.

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan ha asegurado que el atentado "tiene por objetivo la integridad del país, la unidad del pueblo y la convivencia", denunció.

"No reducirá nuestra determinación en la lucha contra el terror, sino que nos hará aún más decididos", prometió el mandatario en un comunicado colgado en la página web de la presidencia turca.

En cuanto a la posible autoría del ataque, Ala dijo que la investigación ha arrojado ya serios hallazgos aunque la organización responsable del ataque será declarada cuando todas las pericias haya terminado.

"No vamos a dar un paso atrás en nuestra lucha contra el terrorismo", concluyó el ministro del partido islamista AKP.

En las redes sociales han comenzado a circular imágenes en las que se ven coches envueltos en llamas en la capital turca y se aprecia una columna de humo negro en el lugar de la explosión.

Cámara de seguridad registró el momento de la explosión en Ankara

La embajada de Estados Unidos en Ankara advirtió a sus ciudadanos el 11 de marzo de un "complot terrorista potencial" en la ciudad. Por su parte, la inteligencia militar turca también barajaba la posibilidad de un ataque el pasado 4 de marzo.

El Consejo Audiovisual de Turquía (RTÜK) ha vetado la emisión de imágenes del lugar del atentado en el país, alegando que está prohibido "mostrar cuerpos sin vida".

TERCER ATENTADO EN 5 MESES

Se trata del tercer gran atentado ocurrido en Ankara, tras el sucedido el pasado 17 de febrero en un barrio residencial, en el que murieron 28 personas e hirió a decenas más, en su mayoría militares, y el que tuvo lugar en octubre del año pasado, el peor de la historia del país, con dos explosiones que dejaron 102 víctimas mortales y más de 200 heridos. 

Por su parte, el Gobierno de EEUU condenó el atentado y reafirmó su apoyo a Turquía en la lucha contra el terrorismo. "EEUU condena con contundencia el ataque terrorista de hoy en el distrito Kizilay de Ankara", afirmó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en un escueto comunicado.

"Reafirmamos nuestra estrecha alianza con nuestro socio de la OTAN, Turquía, en el combate contra la amenaza común del terrorismo", agregó Kirby, al enviar sus condolencias a la familias de los fallecidos y desear una rápida recuperación a los heridos.

Se desconoce si este suceso guarda relación con el ataque perpetrado en Costa de Marfil, donde hay al menos 15 muertos.

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