Berlín

El partido Alternativa para Alemania (AfD), la formación que más ha apostado por la crítica a la política de refugiados del Gobierno de Angela Merkel, celebró en la tarde de este domingo su entrada en los parlamentos regionales de Baden-Wurtenberg (suroeste), Renania-Palatinado (oeste) y Sajonia-Anhalt (centro-este). AfD consiguió en Sajonia Anhalt su mejor resultado, un 21,5% de los votos, según las primeras estimaciones hechas a pie de urna. En Renania-Palatinado y Baden Wurtenberg, AfD se hizo, respectivamente, con un 10,2% y un 12,5% de los votos, de acuerdo con estos primeros cálculos. Más allá de lo que den de sí los recuentos, AfD se perfila como el partido que más ha ganado en los comicios, y eso a pesar de que en ninguno de los tres Länder tiene opciones de llegar al poder.

Éxito electoral de la AfD como castigo a la política de refugiados de Merkel

En Sajonia-Anhalt puede que el Gobierno regional siga en manos de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel. Allí, la formación democristiana se mantiene como el partido más votado, pues su resultado este domingo rondaría el 30,5% de los votos. Además, la CDU podría contar con los apoyos de los socialdemócratas, que se hicieron con un porcentaje de los votos cercano al 12,5%, y de Los Verdes o los liberales del FDP, a los que se atribuía en las primeras estimaciones alrededor del 5%. Independientemente del partido que ocupe el poder en esa región, AfD quedó como segunda fuerza política del Land, entrando así con fuerza en el Parlamento de Sajonia-Anhalt. La formación xenófoba ya contaba con representación parlamentaria en Sajonia (14 diputados), Brandeburgo (10), Turingia (8) y en la ciudad-estado de Hamburgo (7).

La irrupción de AfD en los parlamentos de las regiones que se citaron con las urnas este domingo complica el panorama político germano. También supone una clara manifestación política del creciente malestar en algunos sectores de la sociedad alemana con las decisiones del Ejecutivo Merkel en materia migratoria. Sólo en 2015, hasta 1,1 millones de personas, en su mayoría procedentes de Siria, llegaron a Alemania como demandantes de asilo.

La política defendida por la canciller ha implicado para la CDU quedarse muy por detrás de Los Verdes en Baden-Wurtemberg, una región que otrora fue un bastión de la CDU. Hasta 2011, la CDU había gobernado en esta región durante 58 años seguidos. Baden-Wurtenberg es el Land más relevante en el que se votaba este domingo. Allí viven unas 10 millones de personas y la economía de esta región es de las más importantes del país. Lo prueba que tengan su sede en dicho Land importantes compañías germanas, como el gigante de la industria del automóvil Daimler o la empresa tecnológica y de electrodomésticos Bosch.

Los Verdes tienen motivos para celebrar sus resultados en Baden-Wurtenberg con Winfried Kretschmann al frente. La formación de este ecologista y primer ministro de la región en el último lustro gracias a un acuerdo alcanzado con el Partido Sociademócrata (SPD) tras los comicios de 2011, se hizo con un 32,5% de los votos, según las primeras estimaciones. Así, Los Verdes se habrían convertido en la primera fuerza política de Baden-Wurtenberg. Hasta ahora los ecologistas no habían ocupado nunca una posición así en un Land alemán. A diferencia de Guido Wolf, el aspirante de la CDU en esta región del suroeste alemán y quien decidió en la campaña distanciarse de la política de refugiados de Angela Merkel, Kretschmann no ha dudado en apoyar la posición del Ejecutivo federal en esta materia. Su estrategia parece haber dado resultados.

Wolf, por su parte, consiguió el apoyo de un 27,5% del electorado, una proporción ostensible menor a la cosechada en los anteriores comicios (39%). La cuestión que planteaban las elecciones en Baden-Wurtenberg era saber si el triunfo de Los Verdes bastaría a los ecologistas para seguir gobernando, un extremo que parece confirmarse. Los socios socialdemócratas en el Ejecutivo regional obtuvieron un 13% de los votos, un mal resultado porque son diez puntos porcentuales menos que en la anterior cita con las urnas (23,1%).

Mejores noticias para el SPD llegaron por los resultados en Renania-Palatinado. Allí, la primera ministra regional, la socialdemócrata Malu Dreyer, pudo reivindicar la victoria. El SPD obtuvo en este Land un 37,5% de los votos, suficiente para superar a Julia Klöckner, la candidata de la CDU. El resultado supone un duro golpe para la CDU. Klöckner es la vicepresidenta del partido democristiano y su nombre suena entre los posibles sucesores de la actual canciller Merkel. La victoria de Dreyer tampoco evita los problemas políticos al SPD y su dirección, que tiene al vicecanciller germano Sigmar Gabriel al frente. A los socialdemócratas, socios de la CDU en el Gobierno federal, participar en la política de los refugiados del Ejecutivo también les ha pasado factura.