La Habana

Gerardo Hernández Nordelo (La Habana, 4 de junio de 1965) es hijo de una canaria que llegó a Cuba cuando tenía quince años. Él no tiene el pasaporte español y se considera patriota cubano. Es el hombre del momento en la isla. Condenado por conspiración para cometer espionaje en Estados Unidos, ha permanecido más de tres lustros en la cárcel allí.

El 17 de diciembre de 2014 fue amnistiado como gesto de buena voluntad dentro del proceso de acercamiento entre ambos países. EL ESPAÑOL ha hablado con él bajo la atenta mirada de la estatua del Alma Mater de la Universidad de La Habana en los días previos a la histórica visita de Barack Obama a la isla, que se inicia este domingo. Sus palabras tienen eco, y mucho, en toda Cuba en este momento trascendental para la mayor de las Antillas.

¿Por qué fue encarcelado y por qué ha sido amnistiado?

Fui encarcelado porque estaba en Estados Unidos haciendo labor de Inteligencia para Cuba. Durante muchos años, grupos a veces pagados y otras tolerados por Estados Unidos han estado viniendo para agredir a Cuba, han puesto bombas en hoteles, derribado aviones... EEUU nunca hizo nada para impedirlo, así que Cuba se vio obligada a mandar gente a ese país para descubrir sus planes y mandar información para acá.

Nosotros fuimos arrestados, se nos hizo un juicio en la ciudad de Miami sin las mínimas garantías de imparcialidad. En mi caso se me condenó a dos cadenas perpetuas más quince años de privación de libertad. Después de haber cumplido dieciséis años en prisión, como parte del actual proceso de acercamiento, los dos países llegaron a un acuerdo, parte del cual era la libertad de los tres de los cinco que quedábamos encarcelados. 

¿Decir que ejerció de espía es correcto?

Mira, hay personas que nos defienden y que se ofenden con ese término. Yo te digo que el término es incorrecto, pero yo no lo tomo como una ofensa. Legalmente no nos aplica porque las propias leyes de EEUU no nos acusaron de espionaje, sino de conspiración para cometer espionaje. Pero no tomo ofensa con el término, ya te digo. Yo era agente de Inteligencia y lo de espía es algo que dice la gente por las películas y demás. 

Fidel Castro habla con Hernández y Ramón Labanino, otro de los encarcelados. Gobierno cubano

Mirando al futuro, ¿se ve regresando en alguna ocasión a Estados Unidos o piensa en el país con rencor?

No hay rencor ninguno. Asumí una responsabilidad cuando acepté cumplir mi misión y no hay problema. Si bien tuvimos la desagradable experiencia de escuchar a personas decir que nos querían linchar y de haber estado en un juicio sin garantías que duró más de seis meses, también hubo gente, incluso funcionarios políticos y religiosos, que supieron ver que nuestra causa era justa; también actores, como Danny Glover, nos apoyaron.

En sentido general no tengo ningún sentimiento negativo respecto al pueblo estadounidense, pero no me veo regresando porque una de las condiciones que se impusieron para nuestra liberación era que no podíamos regresar más a ese país. 

Le voy a pedir que sea crítico con la Revolución y me diga qué ha hecho mal en estas décadas y si entiende que ha llegado el momento de que se valore seriamente celebrar elecciones plurales en Cuba. 

Pienso que en Cuba sí hay alternativas. Supongo que te refieres a que hay un único partido. Eso responde a factores históricos; José Martí fundó un único partido para que lo fuera de la nación cubana. Con el paso del tiempo, el Partido Comunista de Cuba se ha ido abriendo a otros sectores como el religioso. Nuestra meta es que sea aún más participativo, pero tenemos el firme propósito de mantener la unidad.

Nuestro pueblo, en un 90, 80 ó 75% apoya su Revolución

A lo largo de nuestra historia hemos pagado cara la desunión. Si logran dividirnos, estaremos en problemas. No puedes analizar la realidad cubana sin destacar que somos un pequeño país a sólo noventa millas del más poderoso del mundo, que se ha empeñado en impedir que los cubanos escojamos nuestro propio destino. Nuestro pueblo, en un 90, 80 ó 75% apoya su Revolución. Puedes estar convencido de que el día en que los cubanos no apoyen la Revolución, esto no podría sostenerse. Si estamos en pie es porque tenemos con nosotros a la mayoría de los cubanos. No es una sociedad perfecta, pero queremos hacerla nosotros. 

Raúl Castro ya ha anunciado que este año renuncia a su cargo. Se habla del vicepresidente Miguel Díaz- Canel, del ministro de Economía Marino Murillo, incluso de un hijo de Raúl...

Esto no es una monarquía. En Cuba la sucesión que se dio fue porque Raúl era nuestro vicepresidente y no había nadie más capacitado ni querido por el pueblo. Hubo una asamblea y fue elegido.

Esto no es una monarquía. En Cuba la sucesión que se dio fue porque Raúl era nuestro vicepresidente

Mi opinión personal es que debe ser el compañero Miguel Díaz- Canel, que tiene una gran trayectoria. Pero todo depende de la voluntad de los cubanos. 

Habla de la voluntad de los cubanos y de la posibilidad de que se exprese en el régimen actual. Cuando usted estaba en prisión, el disidente ya fallecido Oswaldo Payá recogió las firmas como plantea la ley en lo que fue conocido como 'Plan Varela'. Pedía libertad de expresión y reunión, libertad empresarial, elecciones democráticas y amnistía para los presos políticos. No se le hizo caso, pero con el tiempo se han adoptado algunas propuestas que proponía. ¿Qué opina?

Realmente yo estaba entonces en prisión. Sí sé que ha habido muchos proyectos financiados desde el exterior. Por menos de eso, en Estados Unidos te acusan de ser agente al servicio de potencia extranjera, por lo que yo tenía quince años de condena. Estoy seguro de que en España cualquiera que pretenda modificar el Gobierno siendo pagado por una potencia extranjera iría contra la ley española. Si esto ocurre en Cuba, en otros países lo aplauden. Y, bueno, si tomamos medidas que eran de ese proyecto, bienvenidas sean. 

La cuestión de fondo es: ¿en Cuba existe realmente la posibilidad de que la gente tome decisiones sobre el sistema político en el marco actual?

El sistema actual cubano no es perfecto, como todos. Pero te pongo ejemplo de que en el último ejercicio de elección del Poder Popular fueron postuladas personas que son abiertamente contrarias al Gobierno de Cuba. Se votó, tuvieron la posibilidad. El único requerimiento en nuestro sistema es que te elijan en la base, no tienes que formar parte del Partido. Basta con que haya una base que te apoye.

Yoani Sánchez es un fenómeno mediático fundamentalmente creado por el Grupo Prisma, que es más conocida dentro que fuera

Podemos continuar modificando aspectos del sistema haciéndolo más participativo, pero la posibilidad ya existe. Lo que ocurre es que estas personas de la disidencia, que a veces son más conocidas fuera de Cuba que dentro, no tienen una base de apoyo social, son fenómenos creados artificialmente desde afuera con algún propósito. Y te pongo el caso de Yoani Sánchez, un fenómeno mediático fundamentalmente creado por el Grupo Prisma, que es más conocida dentro que fuera. Aquí se puede parar en cualquier esquina y nadie la conoce. 

Tampoco le dan cobertura los medios cubanos...

Claro, tampoco lo ha merecido. Los medios cubanos le dan cobertura a una mujer que esté pasando trabajo para sacar adelante su familia. A esta persona no le veo ningún mérito para promoverla y no vamos a gastar dinero en nuestros medios para hacerlo. 

Existe una gran expectación con la visita de Obama. Todo el mundo en Cuba intuye que se va a entrar en una nueva etapa, pero nadie le pone nombre. Quizás se trate de una apertura económica sin alterar el sistema político, como sucedió en China, o de algo más. ¿Cuál es su sensación?

No tengo una bola de cristal para decir cómo va a ser Cuba de aquí a unos años. Sí te puedo decir lo que queremos la mayoría de los cubanos: un país que resuelva problemas que todavía hoy nos afectan, pero igualmente que no se parezca a la Cuba del pasado en la que fue necesario hacer una revolución. 

¿Qué le demandaría a Estados Unidos para que no se quede en política de gestos, qué medidas concretas desearía?

Lo mismo que llevamos demandando más de medio siglo, desde el triunfo de la Revolución. Que reconozcan nuestro derecho a existir como nación independiente y soberana, que reconozcan que no somos el patio trasero de ellos. Que entiendan que Cuba es una nación que decidió su propio destino y que los cubanos tenemos el derecho a resolver nuestros propios problemas y hacerlo sin injerencias extranjeras. 

En relación a los muchísimos cubanos que residen en EEUU circulan versiones contrapuestas. En el diario estatal Granma sostienen que la mayoría está a favor de levantar el bloqueo; otros sospechan que no es así y que harán lo que sea para evitar que el régimen castrista reciba un balón de oxígeno. ¿Qué opina?

Se vienen haciendo muchas encuestas desde hace ya muchos años por parte de firmas respetables y algunas de ellas nada amigables con Cuba. Incluso encuestas del propio Gobierno norteamericano que reconocen que la gran mayoría de los cubanos que residen en EEUU desean una relación normal con su país. Ahora bien, esa gran mayoría de cubanos todavía no tiene el poder económico y político suficientes para impulsar que se tomen medidas más rápidas.

El poder cubano en EEUU lo tiene un segmento cada vez más minoritario de cubanos de familias poderosas que han llegado a congresistas

El poder político y económico allí lo tiene un segmento cada vez más minoritario de cubanos que se fueron de este país, que pertenecían a familias poderosas y que en los últimos años han llegado a ocupar puestos de congresistas. Hasta esta semana había dos aspirantes a la presidencia de Estados Unidos de origen cubano [, los republicanos Ted Cruz y Marco Rubio, que se ha retirado de la carrera presidencial]. Ese segmento es cada vez más reducido, pero desgraciadamente es el que controla los bancos y los medios de comunicación. En el otro lado está la mayoría, pero lamentablemente muchos todavía no votan ni tienen poder para levantar opinión. 

Si Ted Cruz ganara, ¿sería una buena o una mala noticia para Cuba?

Pienso que sería muy malo, porque son personas que han vivido muchos años de la industria del odio. El odio contra Cuba les ha dado un modus vivendi y pongo por ejemplo a Ileana Ros, Lincoln Díaz Balart... congresistas que por muchos años no han tenido un programa definido que no sea el odio contra Cuba. Se han opuesto a cuanto beneficio pudiera haber para el pueblo cubano.

Por ejemplo, cuando los ciclones han devastado la isla y la Cruz Roja ha querido ayudar desde Estados Unidos, ellos se han opuesto hasta a eso. Su prédica siempre ha sido: vamos a destruir al Gobierno de Cuba, a recuperar Cuba al precio que sea. Así han movido a una generación de viejitos cubanos que no conocen otra cosa que ese mensaje de odio. Eso va a cambiar con las nuevas generaciones de emigrantes cubanos, sobre todo a partir de los ochenta, que fueron a ese país para mejorar económicamente y ayudar a sus familias. 

Si EEUU pone encima de la mesa de la negociación la exigencia de unas elecciones libres en Cuba para hablar de Guantánamo y el bloqueo, ¿sería admisible?

Por supuesto que no. Si conversamos con ellos es porque han reconocido que es imposible que Cuba acepte condiciones. Durante muchos años dijeron que no tenían nada que negociar mientras los Castro estuvieran en el poder, el país fuera comunista y hubiera un único partido; Cuba se mantuvo firme siempre y dijo que si alguna vez nos sentáramos, sería de igual a igual sin condiciones previas. Finalmente lo han tenido que aceptar. 

Si conversamos con EEUU es porque han reconocido que es imposible que Cuba acepte condiciones

¿Piensa que Cuba es el ganador de este pulso?

Yo pienso que Cuba ya ha ganado en el sentido de que no hemos renunciado a ninguno de nuestros principios para sentarnos a negociar. Son los mismos desde el año 59. Estados Unidos ha dicho durante décadas que nunca negociaría mientras estuvieran los Castro en el poder y, sin embargo, Raúl Castro es nuestro presidente, Fidel está vivo y es nuestro guía. Y ellos están negociando con nosotros. Ha sido una victoria para Cuba el que se hayan sentado a negociar sin condiciones. 

EX HUMORISTA Y PADRE 'ENTRE REJAS'

Antes de enrolarse en los servicios de Inteligencia Cubanos, Gerardo era humorista. Durante toda su estancia tras los barrotes asegura no haber perdido la ironía como arma de defensa. "Se le puede meter humor a dieciséis años en la cárcel, es algo que te ayuda mucho. Los humoristas tenemos un modo particular de ver la vida, y no es que lo tiremos todo a relajo, pero no conozco a ninguna persona de carácter amargado que pueda ser humorista. En mi caso me ayudó mucho el tener un carácter optimista. A lo largo de los años que estuvimos en prisión, los cinco nos reímos muchas veces de nuestras propias desgracias. Eso nos ayudó".

En prisión, los cinco nos reímos muchas veces de nuestras propias desgracias

Gerardo ha sido padre recientemente. Haciendo números, no sale un periodo de embarazo normal, puesto que su niña nació pocos días después de haber sido puesto en libertad. La explicación: "Siempre tuvimos el anhelo de tener nuestro hijo; habíamos pedido la visita conyugal para los presos, algo que se da en Cuba pero no en Estados Unidos, al menos en las prisiones federales. Mi esposa Adriana solicitó ayuda a un senador americano, quien tocó las puertas necesarias para que yo pudiera hacer una donación después de que mi esposa hubiera congelado sus óvulos. Fue un proceso de fertilización in vitro". La pequeña se llama Gema y nació el 6 de enero de 2015. 

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