Máxima expectación en el barrio habanero de Miramar. Barack Obama llega esta tarde a Cuba y las Damas de Blanco han aprovechado para conseguir la máxima visibilidad. EL ESPAÑOL ha estado presente en la ceremonia de la misa del Domingo de Ramos en Santa Rita y ha dialogado con Berta Soler, la portavoz de este grupo. Le preguntamos por posibles infiltradas entre sus filas, tal y como el sacerdote José Félix Pérez ha avanzado en la entrevista que publicamos este domingo.
"Tengo conciencia de que ha habido gente que se ha infiltrado. Nosotras seguimos lo que cada uno dice y hace y esto nos lleva a saber de cada cual si está o no infiltrado", cuenta.
Según la portavoz de las Damas de Blanco, muchas de las que han desertado de sus filas están trabajando para el Departamento de Seguridad del Estado. "Le voy a poner un ejemplo: Laura María Labrada, hija de Laura Pollán. Ella trabajó con nosotras y trabajó con el Departamento de Seguridad del Estado para atacarme. Está usurpando nuestro nombre y nuestro espacio", sostiene.
Berta Soler asegura que Labrada también cometió un fraude con la carta que Barack Obama les envió el pasado 10 de diciembre; "ella se adjudicó esa carta y eso es un delito federal. Es un fraude en cualquier lugar. Mi cuenta nauta (el servicio de correo electrónico en Cuba) fue 'hackeada' y me la sacaron. Preguntamos a la Casa Blanca si habían mandado dos cartas y no, sólo había una. Y ella se hace pasar por mí".
Soler insiste en esta tesis, sabedora de que dispone de un gran altavoz mediático. "Hoy mismo, nosotras estamos aquí, pero estamos sentenciadas con que íbamos a ser presas todas y el Gobierno cubano iba a hacer que se presentara ese otro grupo frente a ustedes como si fueran las Damas de Blanco. Así que sí sabemos que hay infiltradas".
Berta Soler quiere que quede claro el nivel de presión que, según su versión, debe soportar en el día a día por parte del régimen de los Castro. "La vigilancia es constante del Gobierno hacia nosotras. En 2009 dejé mi trabajo de 25 años en el Departamento de Microbiología de un hospital por el seguimiento y persecución a que era sometida. Una compañera me saboteaba mi labor en el laboratorio. Ahora me dedico en cuerpo y alma a las Damas de Blanco", señala.
Soler asegura que no cobro sueldo alguno por su labor y que el Gobierno cubano no les da trabajo. "Estamos agradecidos a la gente que nos da una ayuda, una ayuda que nos llega por Western Union y el Gobierno nos descuenta un 10%. Y ese dinero que nos llega no es pago, sino ayuda", indica.
Para la líder de las Damas de Blanco, "esto es duro; la libertad nadie la regala, se conquista. Te pongo un ejemplo: un señor llamado Danilo Maldonado cogió dos cerdos y les puso de nombres Fidel y Raúl. Estuvo diez meses en la cárcel por eso".
Berta Soler es de las pocas personas en la isla que se atreve a criticar la dictadura de los hermanos Castro: "Cómo vamos a tener un sinvergüenza que se apropia de esta isla y cree que somos las reses. No somos sus reses ni ésta es su finca".
No reciben dinero por manifestarse
Mucho se habla en la calle acerca de lo desvirtuadas que están las Damas de Blanco por el posible hecho de que muchas se manifiesten únicamente por conseguir una compensación económica, dinero que presuntamente vendría desde Estados Unidos.
Berta Soler sostiene que en su formación "la mayoría de las mujeres está por conciencia. Dígame usted si merece la pena ir a buscar un dinero si terminas recibiendo golpes todos los domingos. Eso no se paga con nada".
E insiste en que "si las mujeres están aquí es porque esto es un movimiento donde hay libertad para expresarnos a pesar de que nos golpean. Somos mujeres que han sido tocadas por la violación de este sistema. Nosotros decimos: 'Vivan los derechos humanos, abajo los Castro, Cuba sí, los Castro no'. La gente que dice que venimos porque recibimos un dinero es la que repite los mismos argumentos que el Gobierno cubano".
Lo que le pide a Barack Obama
Ante la inminente llegada de Obama las Damas de Blanco le piden al presidente de EEUU que se pronuncie claramente sobre el respeto a los Derechos Humanos en la isla, quieren que se reúna con ellas y les escuche. "Si no lo hace, esto no va a cambiar y Cuba seguirá igual tras su marcha. Me hablan del bloqueo, ¿qué mentira es ésa? Es todo un cuento", dice.
Mientras Berta habla con EL ESPAÑOL, suena su teléfono. Al parecer le confirman la detención de una de sus militantes. "Esto es Cuba. Aquí seríamos muchas más (hay algo menos de 100) si no nos apresaran. En nuestro país hay más de 100 presos políticos", aclara.