Al cumplirse este jueves el 40° aniversario del golpe de Estado que instauró la sangrienta dictadura argentina, el presidente estadounidense Barack Obama ha instado -en español- al continente americano a proclamar "¡nunca más!" al golpismo y los regímenes de fuerza.
El jefe de la Casa Blanca se ha convertido en el primer presidente de los Estados Unidos que visita el Parque de la Memoria, en Buenos Aires, y rinde homenaje a los desaparecidos. Tiró flores al río de la Plata, adonde fueron arrojados miles de víctimas de la dictadura en los 'vuelos de la muerte'.
Acompañado del anfitrión, el presidente argentino Mauricio Macri, el visitante hizo una llamada pública para "que se cumpla la promesa" de "nunca más", en referencia al libro titulado así, sobre el horror de la 'guerra sucia' que editó el fallecido escritor Ernesto Sábato, en 1984.
Ni madres ni abuelas de la plaza de Mayo
"Estamos aquí en un parque de homenaje a la valentía y la perseverancia. Un homenaje a los cónyuges, los hermanos, los hijos que no abandonaron sus esfuerzos por llegar a la justicia y la verdad", sostuvo Obama en un acto al que no concurrieron madres ni abuelas de la plaza de Mayo.
De todos modos, elogió a esos familiares porque, dijo, "han liderado los increíbles esfuerzos para que se responsabilice a aquellos que perpetraron esos crímenes. Ustedes son los que harán que el pasado se recuerde y se cumpla con la promesa de 'Nunca Más'".
Obama y Macri caminaron solos y callados por los jardines y en torno a los muros, que muestran las placas con los nombres de unos 9.000 asesinados y desaparecidos en la 'guerra sucia' de la dictadura argentina, entre 1976 y 1983. Luego arrojaron flores blancas al agua.
Esa ceremonia es usual para los presidentes de países extranjeros que visitan Argentina. Entre otros, por ejemplo, el español José Luis Rodríguez Zapatero y el francés Francois Hollande se acercaron en su día hasta el parque y evocaron a los desaparecidos.
Sin embargo, en esta oportunidad ningún dirigentes de los organismos defensores de los derechos humanos concurrió a los actos de Obama ni lo saludó. Macri invitó a Estela de Carlotto, titular de las Abuelas de plaza de Mayo, pero ella optó por no asistir.
"El Gobierno de Estados Unidos mata, persigue y está haciendo desastres en muchos países del mundo. ¿Cómo quedaríamos a los ojos de las víctimas si estuviéramos agarrándole las manos a Obama diciéndole 'gracias, gracias'. ¿De qué gracias?", se enfadó Nora Cortiña, de Madres de Plaza de Mayo línea Fundadora.
En cambio, el premio Nobel de la Paz 1980 Adolfo Pérez Esquivel tildó de "positiva" la visita de Obama pero cuestionó que coincida con el 40° aniversario del golpe porque "representa un país que prácticamente fue el que armó todas las dictaduras en el continente latinoamericano".
"EEUU no estuvo a la altura"
El jefe de la Casa Blanca ha recogido el guante. "Sé que existen polémicas sobre las políticas de Estados Unidos en esos días oscuros. Las democracias deben tener el valor de reconocer cuando no se está a la altura de los ideales que defendemos, cuando hemos tardado en defender los derechos humanos; ese fue el caso de Argentina", admitió este jueves.
Obama se marchó de Buenos Aires y viajó a Bariloche, 1600 kilómetros al sur de Buenos Aires. En la capital argentina, en tanto, miles de manifestantes empezaban a marchar hacia la Plaza de Mayo en protesta y repudio al golpe del 24 de marzo de 1976, que derrocó a la presidenta Isabel Martínez viuda de Perón.
Argentina es el único país de Latinoamérica que juzga y castiga a todos sus dictadores y represores. Ya ha habido 155 sentencias en juicios realizados en todo el país, en los cuales se produjeron 666 condenas y 59 absoluciones. Otros 700 imputados aguardan turno para juicio oral.