La UE quiere controlar más las comunicaciones por Skype o WhatsApp
Las medidas antiterrorismo acordadas en el último año no se han aplicado. Fernández Díaz cree que ahora será diferente y "no hay mal que por bien no venga".
25 marzo, 2016 02:28Noticias relacionadas
Los gobiernos europeos quieren que las telefónicas les faciliten el acceso a los datos de Skype, Viber o WhatsApp para intentar evitar nuevos ataques terroristas.
Dos días después de los atentados en Bruselas, uno de ellos en el metro a pocos pasos del Consejo de la UE, los ministros de Interior y Justicia de los Veintiocho volvieron a prometer unidad y cooperación.
La mayoría de las medidas comunes están pendientes desde los atentados contra Charlie Hebdo en enero de 2015. Entre las nuevas, está un intento común de presionar a los operadores para que ayuden más, en particular en las formas de comunicación que no son llamadas tradicionales.
La declaración aprobada este jueves dice que los gobiernos "buscarán maneras" para "conseguir más rápido y de manera más eficaz evidencias digitales", en particular fuera de la UE, a través de pactos con gobiernos y con las operadoras. El acuerdo no incluye detalles, que se empezarán a discutir en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de junio, el próximo Consejo Europeo programado.
El ministro de Justicia belga, Koen Geens, mencionó expresamente nuevas formas de intercambio como Viber y Skype como objetivos de la inteligencia. "Nuestra lucha común es por la apertura de Internet... Estas comunicaciones deben ser accesibles para nosotros", dijo en rueda de prensa.
El debate sobre este punto puede ser intenso. El tratamiento de datos es uno de los asuntos más polémicos y cualquier medida que dé más control a los gobiernos lo tendrá difícil en el Parlamento Europeo.
EL BLOQUEO
La mayoría de las medidas de las que hablaron los ministros están en proceso de aprobación o aplicación desde hace más de un año. De hecho, en ese tiempo, los gobiernos europeos y las instituciones de la UE no han puesto en marcha ninguna de las normas o recomendaciones acordadas: están todavía en el largo proceso legislativo de la UE, bloqueadas en algún paso o sin aplicación en la práctica pese a que ya se han identificado los agujeros de inteligencia común.
El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, cree que ahora será distinto: "Espero que podamos aplicar el dicho de que no hay mal que por bien no venga", dijo antes de encontrarse con sus colegas europeos.
"Esperemos que el mal de esta tragedia nos traiga el bien de un impulso determinante en hacer ejecutivas estas medidas que ya están diagnosticadas", dijo el representante español. Según él, España sí ha hecho su trabajo y ya comparte información suficiente con otros países.
Otros ministros, sin embargo, insistieron en un mea culpa colectivo. "El terrorismo es rápido y Europa va a menudo despacio", dijo el ministro italiano, Angelino Alfano.
FALTA DE CONFIANZA
"Los compromisos significan muy poco si no son aplicados. La amenaza del terrorismo es común, nuestra respuesta tiene que ser común", dijo el comisario europeo del Interior, Dimitris Avramopoulos, que tras la reunión se quejó de que "falta voluntad" y "falta confianza" entre los Estados.
"No necesitamos un nuevo plan, necesitamos ejecutar el que ya tenemos", dijo también el ministro holandés, Ronald Plasterk, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE.
Ninguno de los ministros quiso apuntar al Gobierno belga como el responsable en solitario de la falta de coordinación ya que el fallo en los intercambios y la multiplicación de organismos responsables es un problema repetido en toda la UE. Sólo en Francia hay 33 agencias responsables de la inteligencia.
La falta de acuerdos empieza a desesperar hasta a los veteranos de Bruselas acostumbrados a las dificultades para poner de acuerdo a 28 países y tres instituciones.
Tras la reunión, un periodista italiano dijo que ésa era la tercera rueda de prensa idéntica con muchas promesas y pocos resultados y preguntó cuántos muertos hacían falta para los gobiernos y las instituciones cumplieran. "Entiendo el escepticismo del señor. Lo comparto en parte", contestó el ministro belga. Pero, según Geens, la experiencia de la crisis económica muestra que la UE es capaz de actuar aunque sea tarde. "No desesperéis... Europa encuentra al final la solución", dijo.