La increíble historia del rehén que se hizo una foto con el secuestrador de Egypt Air
Un británico de 26 años inspector de prevención de riesgos laborales le pidió hacerse una foto en la que se apreciaba el supuesto cinturón explosivo que resultó ser falso.
30 marzo, 2016 11:06Noticias relacionadas
Dicen los amigos de Ben Innes que la particular ocurrencia de este británico de 26 años de hacerse una foto con su secuestrador es muy propia de su carácter. El egipcio Seif el Din Mustafa tomó un vuelo entre Alejandría y El Cairo en la madrugada del martes y obligó a desviarlo hasta Lárnaca, en Chipre, con 62 personas a bordo. Sus motivaciones no estaban claras (las autoridades chipriotas descartaron un atentado y han indicado que estaba "psicológicamente inestable); su arma tampoco: un cinturón explosivo que al parecer a Innes le resultó poco convincente.
Ben Innes from #Aberdeen poses for a picture with #EgyptAir #MS181 hijacker. pic.twitter.com/ywdGYuDWwm
— Paul Smith (@Journo_Paul) 29 de marzo de 2016
Mientras el avión se mantenía rodeado de fuerzas de seguridad ya en el aeropuerto chipriota, Innes se dijo a sí mismo: "Si esta bomba es real, no tengo nada que perder de todas formas. Así que aproveché la oportunidad para echar un vistazo más de cerca". Así ha explicado su imagen con el secuestrador en una entrevista con el diario británico The Sun. La primera foto que trascendió de El Din Mustafa a través de las redes sociales aún durante el secuestro.
Innes es un auditor de prevención de riesgos laborales de la inglesa ciudad de Leeds que trabaja en Aberdeen. Volaba por trabajo ya de vuelta a casa.
"Pedí a un miembro de la tripulación que ejerciera de traductor y preguntarle si me podía hacer un selfie con él. Simplemente se encogió de hombros y dijo 'ok'", ha relatado el joven. "Me puse a su lado y sonreí a la cámara mientras una azafata tomó la foto. Debe de ser el mejor selfie nunca visto", ha opinado sobre este retrato (que en realidad no es un selfie -autoretrato-).
El Din Mustafa fue liberando a sus rehenes, primero a mujeres y niños y más tarde a unos pocos más. Ben Innes permaneció entre los últimos tres pasajeros extranjeros y cuatro tripulantes egipcios que estuvieron secuestrados hasta el final.
El británico asegura que los pasajeros se habían calmado tras la liberación de las mujeres y pequeños. Y sigue describiendo su peripecia, que ha recibido críticas tanto positivas como negativas:
"Podía ver que llevaba algo que parecía una bomba y tenía miedo, pero no parecía especialmente nervioso cuando aterrizamos". Una media hora después de tomar tierra, se atrevió a pedir la ya famosa foto. Dice que aunque era "difícil estar seguro, parecía más probable que [el cinturón explosivo] fuera falso después de echarle un vistazo de cerca".
Una vez obtenida la imagen, escribió a su madre, que "obviamente" estaba "frenética" y le pidió que no llamara la atención. Aún no le había contado el episodio de la foto.
Cuenta que los últimos rehenes, entre los que se encontraba, vieron la oportunidad para huir cuando el secuestrador fue a la parte trasera de la nave: "Fuimos hacia la puerta y corrimos, creyendo que el avión explotaría". No lo hizo y El Din Mustafa se entregó.