El primer ministro británico se encuentra contra las cuerdas tras reconocer su vinculación indirecta con los papeles de Panamá al beneficiarse del fondo offshore de su padre. Aunque Cameron, asegura que no hizo nada ilegal, desde la oposición laborista le acusan de hipócrita. El responsable de finanzas laborista, John McDonnell señala que “que no cumplió con su promesa de acabar con la ocultación fiscal” y pidió a la Hacienda británica una investigación sobre las cuentas de Cameron.
En el año 2013 el premier participó en la cumbre del G8 de Irlanda del Norte donde los líderes mundiales, incluyendo a Obama y Merkel, se comprometieron a compartir información para acabar con la evasión de impuestos. Cameron dijo entonces “voy a implementar los acuerdos internacionales para luchar contra el azote de la evasión fiscal”. No cumplió con su promesa.
Los papeles de Panamá revelaron que Blairmore Holdings Inc, el fondo de inversión del padre de Cameron, estaba registrado en las islas Bahamas y que no pagó un penique a la Hacienda británica desde su creación en 1982. Después de eludir las preguntas durante tres días, el jueves por la noche, en una entrevista pactada para ITV, Cameron admitió que tanto él como su esposa Samantha tenían acciones en la empresa de su padre pero las vendieron en enero de 2010, antes de ser elegido primer ministro, por 39.000 euros, obteniendo unos beneficios de 23.500 euros. También confesó que recibió una herencia de 370.000 euros hace seis años, tras la muerte de su padre, a quien consideraba un héroe.
David Cameron se defendió alegando que no había hecho nada ilegal, aunque la oposición de acusó de ser hipócrita y también cuestionan su moralidad. El laborista John McDonnell, declaró que la actuación del primer ministro “ha erosionado la confianza en él porque no fue claro, no respondió de forma directa y la final le tuvieron que sacar la respuesta”. El exalcalde laborista, Ken Livingstone, dijo que “es el primer ministro más hipócrita que he conocido” y recordó que en la campaña para la alcaldía de Londres, Cameron le acusó de evasión fiscal. Livingstone fue más allá y pidió el ingreso en prisión del primer ministro.
La presión sobre Cameron es cada vez mayor. Se ha convocado una manifestación para este sábado para pedir su dimisión y ha iniciado una campaña online para reclamar que el Reino Unido acabe con los paraísos fiscales. Ya han firmado más de 125.000 personas.
Los papeles de Panamá han puesto al descubierto el papel que juega Reino Unido en las compañías offshore. Según ha explicado a EL ESPAÑOL un portavoz de la organización Transparencia Internacional (TI) revela que Reino Unido “más de la mitad de las 200.000 compañías secretas establecidas en Panamá a través de los abogados de Mossack Fonseca, fueron registradas en las Islas Vírgenes Británicas [archipiélago caribeño que depende del Reino Unido] donde los datos de propiedad de las empresas no tiene que ser rellenados y no es necesario especificar la identidad”.
TI también dice que el Reino Unido “es el primer destino de las personas corruptas que quieren invertir o blanquear riqueza ilícita, disfrutar de un estilo de vida lujurioso y lavar sus reputaciones”. Y añade que “trillones de libras fluyen a través del sistema financiero británico cada año, muchas de estas transacciones son ilícitas y pasan por el Reino Unido y por sus territorios.
La portavoz de IT asegura que, aunque los territorios de ultramar británicos son semi-independientes, el Gobierno británico podría legislar para terminar con la evasión fiscal allí como ya hizo en 1991 para acabar con la pena de muerte y en el año 2000 en los derechos de los homosexuales.
Por su parte, el experto en política británica y editor de la web Open Democracy, Benjamin Ramm, en declaraciones a EL ESPAÑOL, asegura que “Londres es la capital mundial de la evasión fiscal, el lugar más seguro donde invertir el dinero”. Explica cómo el dinero de dudosa procedencia es inyectado en el mercado de la construcción. “Existe una profunda corrupción moral en el corazón de Londres”.
Ramm cree que “es muy improbable” que Cameron dimita pese a su vinculación con los papeles de Panamá, al menos hasta después del referéndum para quedarse o salir de la Unión Europea del próximo 23 de junio. Cree que si pierde la consulta, dimitirá al instante. También considera que si Reino Unido sale de la UE, “aumentará la evasión fiscal porque se liberarán de la regulación comunitaria, como sucede con Suiza”.