Cuando el semanario satírico francés Charlie Hebdo sufrió un ataque terrorista tras publicar una caricatura sobre el profeta Mahoma, medio mundo se movilizó para despreciar los doce asesinatos y reivindicar la libertad de prensa y de expresión. “Je suis Charlie” retumbó en las redes sociales durante días. No sólo eso. Angela Merkel acudió a París para encabezar una manifestación con los brazos entrelazados junto a François Hollande y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, además de Mahmud Abas y Benjamin Netanyahu entre otros. Quiso mostrar su rechazo absoluto al terror y apoyo a las víctimas. Pero no sólo eso. También era una reivindicación por la libertad de prensa.
Aquello fue el 11 de enero de 2015. “Creo que es una muestra importante de la amistad franco- alemana, que estemos juntos en estos momentos”, había explicado Merkel cuando anunció que acudiría, según recogieron los medios alemanes. Este viernes también parece haber dado un paso por la “amistad” que une a Alemania con Turquía, pero sus propios socios de gobierno le reprochan que lo haya dado en la dirección contraria: limitando la libertad de expresión.
A Recep Tayyip Erdogan no le gustó nada el vídeo de un conocido humorista con programa propio en la cadena pública alemana ZDF que emitió el 17 de marzo sobre el presidente turco. Incluía precisamente una sátira sobre su represión de la libertad de prensa que últimamente ha acaparado titulares al llevar ante los tribunales a destacados periodistas críticos.
“En asuntos sobre la libertad de prensa y los derechos humanos al presidente turco le falta creatividad. Expresado diplomáticamente”, rezan aún hoy la introducción a parte del vídeo colgado en la página web de la cadena. “Aquí es distinto”, continúa el texto editado el 17 de marzo.
Probablemente Jan Böhmermann, el autor de la sátira ya no esté tan convencido. No sólo por el paso que este viernes ha dado Merkel, sino porque su propia cadena ha retirado de la mediateca el vídeo del programa del 31 de marzo en el que el humorista respondía a Ankara con un “poema difamatorio”, como el propio presentador lo tituló en su programa para enseñarle lo que sí estaría prohibido también en Alemania. “Lo que viene ahora, no se puede hacer. Si esto se dice públicamente en Alemania, estaría prohibido”, subraya antes de comenzar la lectura. En él le llega a llamar “follacabras” y dice que “pega a niñas”. Éste es el vídeo de la discordia que ha provocado la acción de la canciller.
La injuria mayestática del "párrafo del Sha"
La primera “broma” de Böhmermann ya le costó a Alemania una llamada a consultas al embajador germano en Ankara. La segunda, provocó la petición por escrito el 7 de abril de la apertura de un proceso contra el humorista y presentador de televisión. Ahora la canciller ha accedido a la petición para que se inicie un proceso, basado en el artículo 103 del Código Penal alemán, que la propia Merkel planea eliminar en 2018, explica el diario Frankfurter Allgemeine.
Dicho artículo tipifica un delito de injuria a jefes de Estado extranjeros denominado “injuria mayestática” y se conoce como el “párrafo del Sha”, porque se empleó repetidamente con el Sha de Persia en los años 60, explica el periódico Süddeutsche Zeitung, aunque su redacción se remonta al siglo XIX. Pero sólo se puede juzgar si el Gobierno alemán da luz verde, como ha sucedido este viernes.
Ni el ministro de Justicia ni el de Exteriores estaban de acuerdo (ambos son del partido socialdemócrata SPD con el que la CDU forma la gran coalición de gobierno). Los socialdemócratas argumentan que Erdogan tiene derecho a reclamar su honor ante los tribunales alemanes (cosa que también ha hecho), pero sin recurrir al Gobierno. La decisión de Merkel automáticamente ha ocupado todas las portadas de los medios digitales tras el anuncio.
El director del Frankfurter Allgemeine Zeitung, Berthold Kohler, ha defendido en su editorial la actuación de Merkel bajo el argumento de que “nadie debe temer al Estado de derecho”. Tampoco Böhmermann, porque “al contrario que en Rusia y Turquía, aquí [en Alemania] las personas inocentes no tienen que tener miedo” de la justicia. En otro artículo ha animado a Böhmermann a seguir ejerciendo la sátira.
Merkel se queda sin aliento durante su anuncio
“La libertad artística y de prensa son elementales”, ha manifestado Merkel visiblemente incómoda con su anuncio en una comparecencia en la que se quedaba sin aliento. Ha querido explicar su decisión, comenzando por decir que “Turquía es un país al que Alemania está unido estrecha y amistosamente a través de todas las personas con raíces turcas aquí en el país, a través de estrechas obligaciones económicas y nuestra responsabilidad común como aliados en la Alianza Atlántica”.
Ha recordado el deseo de Turquía de acceder al club de la Unión Europea y ha admitido que por ello le “preocupa mucho la situación de los medios en Turquía y el destino de periodistas individuales así como limitaciones al derecho de manifestación”.
“Merkel se arrastra ante Erdogan”, ha titulado el diario Die Welt. “Merkel nos lo podría haber ahorrado”, ha criticado. El periódico Süddeutsche Zeitung cree que es un “sinsentido” decir que Merkel le esté poniendo la soga al cuello a Böhmermann y parece responder a Die Welt al decir que “no es arrastrarse ante Erdogan” o hacerle una reverencia. “Ahora el caso sale de la esfera de la oportunidad a la esfera de la legalidad. Así es justo, así es correcto”, sentencia.
Tras el anuncio de Merkel, el caso recae sobre la Fiscalía. Además del artículo 103, Böhmermann también se enfrentará a la demanda que ha interpuesto por la vía privada Erdogan de acuerdo con el artículo 108, que establece la injuria contra una persona privada. Sin embargo, Merkel ha justificado su decisión para poner en marcha el “párrafo del Sha” precisamente porque considera que es la forma de que el Gobierno no interfiera en la justicia.
Jan Böhmermann se ha mantenido en silencio este viernes en su cuenta de Twitter, con 566.000 seguidores. En Facebook, tampoco ha vuelto a publicar nada desde el 10 de abril, dos días después de que el Ministerio de Exteriores alemán recibiera la petición de Ankara. Su cadena, ZDF, argumentó el jueves que no pensaba volver a colgar el vídeo en su mediateca, “porque el pasaje no se corresponde con los requerimientos de calidad y regulaciones de ZDF”, recogió el diario Bild.
Este jueves emitió su programa semanal que los viernes tiene reposición en la madrugada. No tendrá oportunidad pues para responder -al menos de momento- en su propio programa.
Noticias relacionadas
- “Soy uno de los periodistas que Erdogan quiere encarcelar”
- Angela Merkel mimará más a Turquía, ¿pero debería?
- En el 'Pequeño Estambul' de Berlín: ¿qué opinan los turco-alemanes de los refugiados?
- Gobiernos versus derechos humanos: ¿es Turquía un país seguro?
- Tres guerras de Turquía: la encrucijada del país que quiere estar en la UE