Una serie de explosiones en la costa siria reivindicadas por el grupo terrorista Estado Islámico ha provocado más de 100 muertes, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
En concreto, los atentados han tenido lugar en las poblaciones de Tartús y Jableh, consideradas feudos del régimen de Bashar al Asad. Rusia, aliada del Gobierno sirio, mantiene una base naval en Tartús.
Al menos 48 personas han fallecido en Jableh y otras 53 en Tartús, de acuerdo con el Observatorio.
La agencia de noticias Amaq, afín al grupo yihadista, ha afirmado que miembros del autodenominado Estado Isámico arremetieron contra alauís en las poblaciones costeras, una rama del chiísmo a la que pertenece Asad, informa Efe.
En Jableh, situada en la provincia de Latakia, han tenido lugar al menos cuatro explosiones. La BBC informa de que un hospital y una estación de autobuses se encuentran entre los objetivos golpeados.
En Tartús, capital de la región homónima, se han registrado otras tres explosiones. Aquí la estación de autobuses se ha visto afectada también, así como una zona residencial.
Ambas poblaciones han permanecido relativamente al margen de la guerra que ha sumido a Siria en el caos desde marzo de 2011. La parte noroeste del país se ha mantenido en su mayor parte como bastión del régimen de Bashar al Assad.
Moscú ha mostrado su preocupación por los ataques en Siria, recoge Reuters, y ha subrayado la necesidad de avanzar en los diálogos de paz entre Gobierno y oposición.
Al menos 40 muertos en Yemen por el EI
El Estado Islámico ha reivindicado también un atentado suicida en Yemen que ha dejado al menos 40 bajas en la ciudad de Adén.
El grupo terrorista ha afirmado en redes sociales que Abu Ali al-Adeni atacó al “apóstata Ejército yemení”.