Marjorie Ramos se acerca a la Puerta del Sol con una bolsa repleta de ibuprofeno, medicinas para el constipado, apósitos y agua oxigenada para enviar a Venezuela, donde reside "toda" su familia. “Allí falta de todo y la gente se está muriendo”, afirma tras entregar su bolsa a la campaña “Rescate Venezuela”, que recoge medicamentos y material sanitario en el exterior para enviarlo al país.
“Rescate Venezuela” llenó este martes en Madrid palés y palés de material sanitario -un total de cinco toneladas- de numerosos vecinos que se han acercado a donar. La iniciativa busca hacer frente a la “crisis humanitaria que afecta a Venezuela”, según sus organizadores.
“Estoy emocionada porque realmente el mensaje ha llegado, muy especialmente a la comunidad española”, afirma rodeada de cajas Vanessa Pineda, una de las organizadoras de la recogida en Madrid. “Nos han donado tensiómetros, un tratamiento completo de cáncer, anticonvulsivos de niños, Apiretal (…) O sea, ¡desbordados!”.
Con Lilian Tintori, activista por los derechos humanos y esposa del opositor preso Leopoldo López, como su cara más visible, la campaña comenzó una gira internacional hace un mes en Miami y ha pasado por urbes como Bogotá, Nueva York y París. En total, ha recabado por encima de un centenar de toneladas.
Madrid es la primera parada de “Rescate Venezuela” en España, donde también estará en localidades como Barcelona, Bilbao o Málaga para acabar en Tenerife.
Pero el movimiento para recoger material sanitario en el extranjero y enviarlo a Venezuela no es nuevo, sino que comenzó el año pasado y ahora ha cobrado más urgencia con el deterioro de la situación en el país, asegura Alberto Pérez, presidente de la asociación Venezolanos en España, responsable del evento en Madrid.
“Se seguirá haciendo hasta que el Gobierno nacional [venezolano] permita lo que nosotros llamamos la apertura del 'corredor humanitario' para la entrada de medicinas a Venezuela, no sólo de las donaciones, sino también de organizaciones que están esperando por que el Gobierno decrete la emergencia sanitaria para poder entrar, como son Cruz Roja, la Organización Mundial de la Salud”, asevera.
La Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por la oposición a Nicolás Maduro tras las elecciones legislativas de diciembre, declaró en enero una “crisis humanitaria de salud” por la escasez de medicamentos y falta de recursos. El Ejecutivo venezolano se ha resistido, sin embargo, a aceptar ayuda internacional.
En rueda de prensa desde el puesto de recogida de medicinas, Tintori pidió al presidente venezolano que permita la entrada de ayuda humanitaria. “Tenemos que salvarla [a Venezuela], tenemos que rescatarla. Y la manera de rescatarla hoy es donando insumos médicos y organizándonos a nivel internacional para que esto entre en Venezuela. Le pedimos desde España al presidente Nicolás Maduro que abra el canal humanitario”, afirmó en compañía del cantante venezolano Carlos Baute, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el vicesecretario general de Organización del Partido Popular, Fernando Maíllo.
Preguntado sobre si el material donado a “Rescate Venezuela” llega hasta su destino, Pérez, de Venezolanos en España, afirma que sí gracias a que lo envían como mercancía a través de servicios de mensajería que les ofrecen descuentos, en vez de viajar como ayuda humanitaria. Una vez en el país, dice, asociaciones civiles que trabajan con los servicios de salud se encargan de repartirlo.
El envío se paga fundamentalmente con pequeños donativos sumado a los descuentos de los servicios de mensajería, dice Pérez. Está apoyado por formaciones políticas -incluida la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que aglutina a la oposición en Venezuela-, particulares y empresas. Pérez asegura que el coste de llevar un kilo de ayuda cuesta alrededor de diez euros. “Con cinco-diez euros se puede salvar una vida”, afirma.
Más que paliar completamente la escasez de medicinas, sin embargo, “Rescate Venezuela” pretende hacer un llamamiento a ciudadanía e instituciones a “levantar conciencia sobre la situación”.
“Hay una crisis humanitaria que no se quiere reconocer. La gente se está muriendo de hambre y se está muriendo por falta de medicamentos”, asegura Mónica Garazo, quien lleva unos dos años en España y se ofreció voluntaria para ayudar en la recolección de donaciones en Madrid.