La situación en Venezuela tiene todos los ingredientes para terminar en una "catástrofe épica". Así lo asegura Amnistía Internacional, que acaba de publicar un informe de urgencia que habla de una auténtica "crisis humanitaria" en el país tras una reciente visita de una delegación del organismo.
"Las políticas obstinadas están afectando seriamente millones de vidas. La combinación del severo desabastecimiento de comida y medicinas, combinado con los altísimos niveles de criminalidad, las violaciones de derechos humanos y políticas que se enfocan en asegurar que las personas no se quejen es letal", asegura Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
El informe de Amnistía Internacional apunta directamente al Gobierno de Nicolás Maduro como responsable máximo del caos que atraviesa el país. "Si aquellos que están en el poder no dan un giro completo, esta crisis se va a convertir en una pesadilla inimaginable".
El texto también insta a todas las partes a colaborar para encontrar una salida. "Se ha acabado el tiempo para la política mezquina. El Gobierno de Maduro, la oposición y la comunidad internacional tienen que participar de manera urgente en un diálogo que ayude a buscar los mecanismos que permitan llevar ayuda vital a las millones de personas que la necesitan".
La organización recomienda también que todos los actores políticos "dejen sus intereses en la puerta" para buscar una solución y pensar en las personas que deben ayudar.
Aumento de casos de desnutrición
La delegación de Amnistía Internacional habló con autoridades públicas, organizaciones de la sociedad civil, personas defensoras de derechos humanos, abogados y supervivientes de violaciones de derechos humanos en Caracas, Guarenas y en el estado de Táchira en la frontera con Colombia.
Muchas personas hablaron de la falta crónica de productos alimenticios esenciales y medicamentos mientras el país enfrenta una de las peores crisis económicas en décadas.
Las filas frente a supermercados y tiendas de alimentación forman parte del escenario habitual en las calles de Caracas y cualquier ciudad venezolana. "Hace un día y medio que no como nada. Si no puedo comprar algo hoy, voy a ir a la cama sin cenar, otra vez. Voy a tener que hacer que mis nietos duerman temprano así no me piden comida". Quien habla es Esperanza de 59 años, en un testimonio recogido por Amnistía Internacional.
Doctores en hospitales públicos en Guarenas y San Cristóbal comentaron a Amnistía Internacional que han visto un aumento en casos de desnutrición, pérdida de peso y estrés agudo causado por la falta de alimentos.