Tras seis años de tensas relaciones, Israel y Turquía han suscrito este lunes un acuerdo de reconciliación. El enfrentamiento entre ambos países se produjo en 2010, después de que el asalto israelí a la flotilla internacional que se dirigía a romper el bloqueo a Gaza causara la muerte de diez activistas turcos.
Ese incidente fue el colofón a una cadena de desencuentros entre ambos Gobiernos que se había iniciado años antes y que llevó al entonces primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a retirar a su embajador en Israel. El Mavi Marmara se dirigía a Gaza por aguas internacionales para romper el bloqueo israelí a la franja, y llevar allí ayuda humanitaria.
A raíz del suceso, y de las consiguientes críticas internacionales, Israel alivió parcialmente el bloqueo que aplica desde que el movimiento islamista Hamás se hizo con el control de Gaza en 2007.
La firma del acuerdo, que se ha fraguado en los últimos meses en varios encuentros entre las delegaciones turca e israelí, ya se se anticipaba este domingo. Durante la mañana del lunes tanto el primer ministro turco, Binali Yildirim, en Ankara, como su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, confirmaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Ambos países esperan intercambiar embajadores lo antes posible, dijo Yildirim.
Para sellar el acuerdo, Turquía imponía tres condiciones. La primera era una disculpa pública de Israel, que Netanyahu presentó en 2013, y llegar a un consenso sobre las indemnizaciones que se pagará a las familias de la víctimas y otros damnificados, una suma que bordea los 21 millones de dólares.
La tercera condición, más polémica, se ha logrado resolver mediante una flexibilización que permite a Turquía llevar ayuda humanitaria a Gaza través del puerto israelí de Ashdod y construir allí hospitales, una central eléctrica y una planta desaladora. Este mismo viernes saldrá de Turquía un buque con 10.000 toneladas de ayuda humanitaria, coordinada por Afad, la agencia turca gubernamental de emergencias, que desembarcará su carga en el puerto israelí de Ashdod, anunció Yildirim.
Además, pronto se completará la construcción de un hospital de 200 camas en Gaza y se iniciarán proyectos de vivienda pública y la creación de una zona industrial en Yenín, en Cisjordania. El primer ministro subrayó que, en todo caso, Turquía seguirá defendiendo el derecho de los palestinos a establecer un Estado propio.
En el plano económico, Netanyahu ha indicado que la reanudación de relaciones permitirá a Israel acceder a los acuerdos internacionales de los que Turquía es parte y sobre las perspectivas de alcanzar un acuerdo para la exportación de gas a Ankara dijo que podrá reportar "enormes sumas" a las arcas del Estado.
Según el jefe del Ejecutivo israelí, el pacto es significativo "para las necesidades de seguridad", pero también para las relaciones "económicas actuales y futuras", y además ayudará a estabilizar una región convulsa. "Es parte de una estrategia clara para tratar de estabilizar los focos de tensión dentro de un Oriente Medio volátil", comentó, al tiempo que describió a ambos países como "dos grandes potencias regionales".