La Fiscalía de Nápoles ha abierto una investigación contra cuatro hombres por difamación en el difusión del vídeo erótico que provocó el suicidio de la joven Tiziana, de 31 años de edad.
Los sospechosos son los cuatro amigos de Tiziana a los que ella consintió en enviarles el vídeo pero que no tenían permiso para seguir difundiéndolo en las redes. El fiscal también investiga a otros desconocidos de la joven por la violación de su privacidad.
El fiscal ha unido esta investigación con el juicio que se celebró el año pasado y en el que Tiziana pedía que se retirara el vídeo publicado con imágenes de ella manteniendo relaciones con un chico.
Fuentes de la investigación reconocen que el tema es complejo puesto que ella no prohibió explicitamente la difusión del vídeo de Tiziana a algunos amigos, sin embargo, consideran que sí que hubo límites a una difusión más allá.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha asegurado que "como gobierno, no hay mucho que podemos hacer" porque, según él, se trata "sobre todo de una batalla cultural, también una batalla social y política. porque la violencia contra las mujeres no es un fenómeno imposible de erradicar".
Mientras los medios de comunicación italianos son los que han abierto el debate sobre la privacidad y el control de las redes sociales. De hecho, hasta el funeral de Tiziana fue transmitido en directo por algunas cadenas evitando que el caso de esta joven quede en el olvido.