Por primera vez desde 2010 Portugal suspende la aplicación del Acuerdo de Schengen y cierra sus fronteras. Entre el miércoles y la madrugada del domingo el país vecino permanecerá blindado, con apenas nueve pasos fronterizos abiertos con España y los controles documentales de antaño restablecidos.
El motivo es el centenario de las apariciones de la Virgen en Fátima, acontecimiento que será conmemorado por todo lo alto con la visita del Papa Francisco y de unos 10 millones de peregrinos –equivalente a la totalidad de la populación del país– este fin de semana.
Durante su visita, el pontífice canonizará a los tres pastorcitos –Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto– que afirmaron haber presenciado la aparición de la Virgen en medio del campo portugués entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. La multitud católica descenderá sobre la pequeña aldea de Cova de Iria –cuya populación normal es de apenas 11,500 habitantes– para participar en los festejos religiosos que tendrán lugar durante las 24 horas que el santo padre pasará en tierras lusas.
Como medida esencial para “asegurar la seguridad interna y el orden público”, el Ejecutivo portugués ha declarado el cierre de la mayoría de las fronteras terrestres con España, habilitando apenas un paso fronterizo por provincia limítrofe, con la excepción de Cáceres y Huelva, donde excepcionalmente se ha permitido que dos vías de entrada permanezcan abiertas. En los últimos 15 años Portugal ha cerrado sus fronteras sólo en dos ocasiones anteriores: por la Eurocopa del 2004, y durante la cumbre de la OTAN en Lisboa en 2010. Estos son los pasos fronterizos que sí permanecerán abiertos.
Contactado por EL ESPAÑOL, un portavoz de la Guardia Nacional Republicana (GNR) explicó que toda persona que pretenda atravesar la frontera portuguesa durante los próximos días deberá dirigirse a uno de los pasos fronterizos habilitados y mostrar su DNI o pasaporte. Adicionalmente, quienes vengan en coche necesitarán mostrar la documentación del vehículo y el permiso de conducción. La GNR anticipa largas colas en la frontera conforme se vaya acercando el fin de semana, por lo que pide prudencia y cautela en las carreteras limítrofes.
Días libres para los funcionarios
El viaje de Bergoglio marca un hito histórico para Portugal ya que se han celebrado apenas cinco visitas papales en toda la historia del país. En cada ocasión los padres de la iglesia católica decidieron visitar el Santuario de Fátima: Pablo VI lo hizo hace exactamente 50 años, en 1967, mientras que Juan Pablo II acudió a la Basílica en tres ocasiones –1982, 1991 y 2000–, y el papa emérito Benedicto XVI vino en 2010.
Juan Pablo II destacó por su particular devoción por la Virgen de Fátima, ya que consideró que su intervención le salvó del intento de asesinato que sufrió en la Plaza de San Pedro de Roma el 13 de mayo de 1981, aniversario de la primera aparición mariana en 1917. Un año después del atentado el papa polaco viajó a Fátima para mostrar su agradecimiento y consagrar la iglesia al Inmaculado Corazón de María.
Repitió su peregrinaje al cumplirse el décimo aniversario del atentado, y por última vez en el año 2000 para beatificar a los pastores que presenciaron las apariciones a principios de siglo.
Ante este acontecimiento tan significante, el Gobierno del socialista António Costa ha declarado que el viernes, 12 de mayo –primer día de la visita papal– será día libre para los funcionarios públicos lusos con el objetivo de facilitarles el viaje a Fátima. A la vez que cierran los servicios públicos dentro del país, también estarán cerrados las embajadas y consulados de Portugal por todo el mundo.
“La medida se aplica a todos los miembros de la Administración Pública, estén donde estén”, explica Rosa Ribeiro, representante del Sindicato de Trabajadores Consulares y Misiones Diplomáticas. “Todos tenemos el derecho a tener exactamente los mismos festivos y días libres”.
El impacto económico de darle el día libre a los 663.798 funcionarios portugueses y el cierre de todos los servicios públicos de manera extraordinaria es de unos 28 millones de euros. Funcionarios del Servicio Nacional de Salud portugués alertan que la ausencia imprevista de tantos médicos –pues la decisión sólo fue anunciada a finales de abril– supondrá la cancelación o el retraso de 8600 cirugías y hasta 182.000 consultas médicas especializadas.
Duras críticas al Ejécutivo
La decisión ejecutiva ha sido polémica, con muchos políticos de la izquierda criticando el hecho de que un Estado laico como Portugal dé días libres para un acto puramente católico. Los golpes más duros llegaron desde el propio partido del Gobierno.
El diputado Tiago Barbosa Ribeiro declaró que se quedaba “estupefacto” ante esta medida, ya que no entendía cómo se podía hacer para conmemorar “la vista de un Jefe de Estado extranjero, y mucho menos un líder confesional”. El político procedió a sugerir que si esta iba a ser la política del Ejecutivo, necesariamente se tendría que invocar el mismo principio ante los representantes de todas las otras religiones cuando visitasen el país. La diputada socialista Isabel Moreira se unió a Ribeiro al declarar que “decisiones como esta muestran la falta de madurez del régimen, y lo mucho que tenemos que luchar”.
Sorprendentemente, este martes el obispo de Fátima, António Marto, se unió a las voces discordantes al declarar que aunque agradecía la decisión del Gobierno, no le parecía necesaria ya que los fieles podían acudir al Santuario después del trabajo o, en todo caso, hacer el sacrificio de pedirse el día libre.
Fuentes del Gobierno, sin embargo, señalan que el Ejecutivo simplemente sigue el precedente que ya fue asentado en las visitas papales anteriores.
Hace siete años el entonces primer ministro José Sócrates declaró un día libre para los funcionarios a nivel nacional, y dos medios días libres adicionales para los trabajadores en Lisboa y Oporto, con motivo de la visita del Papa Benedicto a estas ciudades. En 1982 el Gobierno de conservador Francisco Pinto Balsemão marcó la primera visita de Juan Pablo II con una amnistía general, liberando a más de 500 presos.
Cuando Pablo VI visitó Fátima en 1967 el dictador António de Oliveira Salazar rehusó reunirse con él, para así mostrar su enfado con el santo padre, que había recibido representantes de los movimientos anticoloniales de los territorios portugueses en África. Pese al desacuerdo que guardaba con el papa, el dictador no sólo decretó una amnistía general, sino también un día festivo nacional.
Millones de personas desplazadas
El Ministerio del Interior luso informa que ya se ha notado el incremento de visitantes a Portugal, y que en los próximos días es probable que aumente el número de extranjeros en el territorio nacional. En declaraciones a la prensa, un representante de la agencia de viajes eDreams explicó que se ha registrado un aumento del 20% en los viajes reservados con Portugal como destino durante estos días. El 34% de los vuelos extraordinarios fletados para este periodo vienen procedentes de París, Madrid y Londres.
Internorte / Intercentro, la empresa de autobuses internacionales, confirma a este diario que más de 200 autobuses han sido reservados para traer peregrinos desde distintos puntos del continente europeo. Aunque varios vienen de España, más de la mitad llegarán procedentes de Europa central.
“Casi todos los que han reservado son emigrantes portugueses, o personas que forman parte de la comunidad lusa en el exterior”, explica un agente de la empresa. Entretanto, las autoridades lusas esperan que hasta 40.000 peregrinos lleguen a pie desde distintas partes del país, con otro número elevado llegando desde Galicia.
En declaraciones a este diario, Diogo Mateus, presidente de la Cámara Municipal de Pombal, en el centro del país, aseguró que “el aumento del número de peregrinos en esta zona es innegable, nunca hemos visto tantos por aquí”.
“Con tanta gente en la carretera evidentemente hay más riesgos, pero estamos haciendo todo lo posible para facilitar el paso de estas personas y para que todo salga bien”.