El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha aceptado que la Oficina del Defensor del Pueblo investigue las transacciones de sus cuentas bancarias durante más de dos décadas tras ser acusado de corrupción por un senador, informó hoy su portavoz.
"El presidente no tiene nada que ocultar", dijo el portavoz de la Presidencia, Ernesto Abella, en un comunicado, tras confirmarse que este organismo había abierto una investigación sobre los movimientos bancarios del mandatario y su familia antes de su investidura, celebrada el 30 de junio de 2016.
El portavoz presidencial remarcó que el jefe del Estado "respeta los procesos internos de la Oficina del Defensor del Pueblo como un organismo independiente y confía en su imparcialidad en el cumplimiento de su deber de investigación".
La Oficina del Defensor del Pueblo aceptó indagar el asunto y esta semana aseguró haber recibido registros bancarios del presidente y sus familiares cercanos con transacciones por valor de unos 20 millones de dólares en las últimas décadas.
Duterte fue alcalde de Davao, ciudad del sur de Filipinas, durante 22 años en varios períodos, en una etapa en la que amasó un gran poder y popularidad amparado en sus políticas de línea dura contra el crimen.