May prepara una purga en su gabinete para evitar un motín
Boris Johnson, secretario de Exteriores y al que se atribuye la voz cantante en el ala crítica, podría ser relegado a un ministerio menor.
9 octubre, 2017 01:56"No rehuiré el desafío, no lo he hecho nunca, no es mi estilo", respondió preguntada por los crecientes rumores de una revuelta en su partido para tratar de derrocarla. La premier británica, Theresa May, advierte que hará frente a cualquier complot, incluso si pasa por la remodelación de su gabinete, incluyendo una degradación de uno de los ministros estrella, el secretario de Exteriores, Boris Johnson, al que se atribuye la voz cantante dentro del ala crítica. Johnson, alcalde de Londres de 2008 a 2016, ha salido al paso de esos rumores, pidiendo públicamente que se apoye a Theresa May.
Según The Sunday Times, tres ministros abordaron el pasado jueves la posibilidad de forzar la dimisión de la premier antes de las próximas navidades, mientras que otros miembros del Gobierno quieren una "transición ordenada", con un plazo de hasta dos años.
Remodelación antes del Consejo Europeo
Según The Sunday Times, la primera ministra tiene previsto reformar su Ejecutivo después de la próxima reunión del Consejo Europeo (19 y 20 de octubre) y rebajar el peso del jefe de la diplomacia británica, destinándolo a una cartera menor.
"Mi trabajo me obliga a tener siempre a los mejores en mi gabinete, a aprovechar al máximo el gran talento disponible en mi partido", dijo May al ser preguntada por el futuro de Johnson.
30 diputados quieren deshacerse de May
En este clima de tensión, el expresidente honorario del Partido Conservador, Grant Shapps, reveló el viernes que una treintena de diputados quiere echar del cargo a May, aunque para lanzar una moción de confianza contra ella se requieren las firmas de un 15% del grupo parlamentario, lo que actualmente se cifraría en 48 diputados.
Estos parlamentarios críticos consideran que la líder "tory" carece de credibilidad y autoridad tras perder la mayoría absoluta en las elecciones generales del 8 de junio, que ella mismo convocó precisamente con el fin de afianzar su mandato.
En la entrevista con The Sunday Times, la primera desde el accidentado discurso pronunciado el pasado miércoles en la conferencia anual de los tories, May negó que llorara después y criticó la imagen que algunos medios proyectan de ella.
"Un día me llaman robot y al siguiente llorona"
"Un día los periodistas me acusan de estar hecha de hielo o de ser un robot y otro dicen que soy una mujer llorona que necesita una buena noche de sueño reparador", dijo May, quien confesó que, "como todo el mundo", puede "sufrir", pero recalcó que es "muy resistente".
A pesar del apoyo mostrado por pesos pesados del partido, entre ellos Johnson, las dudas sobre la estabilidad de su Ejecutivo se han acrecentado después de aquel discurso, en el cual debía hacer una muestra de autoridad.
En esa alocución se quedó afónica tras varios ataques de tos, un bromista le notificó el despido y se cayeron las letras del mensaje electoral que tenía detrás.