El primer ministro turco, Binali Yildirim, pidió hoy a Estados Unidos "sentido común" y que revoque la decisión tomada el domingo de suspender la emisión de visados en Turquía.
"Intentar castigar a los ciudadanos es una reacción muy poco adecuada para países aliados. Es una reacción nada adecuada para un gran país como Estados Unidos", dijo Yildirim en un discurso en el Parlamento, transmitido en directo por la cadena NTV.
"Tampoco contribuye en absoluto a solucionar los problemas que hay entre nuestros países. Por eso invitamos a Estados Unidos a que actúe con más sentido común", agregó.
Yildirim denunció que no era creíble el motivo aducido por EEUU en el momento de suspender la emisión de visados (la reducción de visitas a consulados y embajada por motivos de seguridad) y agregó que "no han tardado en admitir el motivo verdadero: la investigación judicial de varios empleados del consulado".
El embajador estadounidense en Turquía, John Bass, confirmó hoy en Twitter que el motivo de la suspensión de visados fue la detención de un empleado turco del consulado.
"A pesar de nuestros mejores esfuerzos para conocer las razones de este arresto, no hemos podido determinar por qué ocurrió o qué pruebas existen contra este empleado", declaró Bass.
Ante esa confirmación, Yildirim aseguró que Turquía es un Estado de derecho y planteó que su país no tiene que dar privilegios ni pedir permiso a Estados Unidos.
Yildirim confirmó que se investiga a "varios empleados" de las legaciones diplomáticas estadounidenses por supuestos vínculos con la cofradía del predicador islamista turco Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, al que Ankara acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado de julio de 2016.